Leonel, un luchador que demuestra que “con diabetes se puede ser feliz”
En el marco del día mundial de concientización de la enfermedad celebrado el miércoles 14 de noviembre, su mamá contó a InformateSalta el diagnóstico, tratamiento y la rutina que diagramaron para convivir con la diabetes.
Salud16/11/2018Leonel es el integrante más pequeño de su familia, a los dos años y nueve meses su mamá, Mabel notó que tomaba mucha agua y orinaba demasiado. Comenzó a preocuparse porque “tenía tanta sed, estaba como desesperado”, bajó mucho de peso y su carácter cambió radicalmente, por eso lo llevó al médico, ingresó con 602 de azúcar y ahí conoció el término diabetes infantil.
“Nuestra vida cambió radicalmente con el diagnóstico, nos tuvimos que acostumbrar y amoldar a vivir de otra manera tanto mis hijos como nosotros. Aprendimos a comer saludable, en casa todo es cero azúcar, hay muchas verduras y las dietas se volvieron parte de la rutina”, contó en diálogo con InformateSalta.
En el marco del Día Mundial contra la Diabetes aseguró que “se puede ser feliz con ella”, a pesar de las dificultades del día a día. Hoy Leonel tiene 11 años y realiza una vida casi normal, “sabe qué puede comer, realiza actividad física y al colegio lleva su vianda con todo lo que puede consumir”.
De niño las cosas no fueron tan fáciles, “los cumpleaños son lo que más costó, todo era no, no comas eso, no tomes eso, no podes sacar eso, fue un desafío constante. Yo desde bebé lo cuidé mucho en su alimentación por eso tenía el camino un poco más allanado”, explicó pero aun así el desafío es diario.
A Leonel lo que más le cuesta son los controles, los pinchazos. “Medirse la glucosa antes y después de comer, al levantarse y cuando se va a dormir es algo que lo fastidiaba aunque lo peor son los 10 y 15 pinchazos diarios de insulina”, relató. Su carácter cambió mucho y era difícil el día a día hasta que llegaron algunos avances tecnológicos.
“Hace un año y medio le colocaron el puerto airport, se trata de un dispositivo donde se coloca la insulina y eso evita los pinchazos. Se lo tiene que cambiar cada tres días pero mejoró radicalmente su calidad de vida. También tiene el Freestyle libre, un botón que se le aplica en el brazo que es como un scaner que lo monitorea las 24 horas, eso evita los pinchazos en los dedos para conocer sus niveles de insulina”.
Para menguar las dificultades Mabel, vicedirectora de la fundación Juntos a la Par Diabetes 1 Salta contó que tienen un grupo de padres donde trabajan en la contención, evacuando dudas y pasando tips de alimentación.
“Yo le diría a las familias que atraviesan por esto que tengan fuerzas, no se den por vencidos y apoyen a sus niños, con la diabetes se puede ser feliz, se pueden comer muchas cosas, hacer ejercicio”, aseguró.
También hizo un pedido especial: “Me gustaría que todas las escuelas y colegios implementen los kioscos saludables, para que los chicos puedan comprar yogurt, jugos, frutas, barras de cereal, alimentos aptos para sus tratamientos. En el colegio de mi hijo son tres los niños con diabetes infantil y necesitan alimentos aptos”.