Descartan un atentado tras la explosión en el CCM

A poco más de tres meses de la explosión que hizo volar un laboratorio del Centro Cívico Municipal (CCM) y dañó casas aledañas, poco se sabe de las causas. En este contexto, el Procurador municipal, Agustín Pérez Alsina, descartó que se haya tratado de un atentado, indicó El Tribuno. 

"No hay nada de lo que se dijo y de los rumores de que fue a propósito, que era un atentado. Hay que esperar el informe final, pero se fueron pidiendo informes y podemos adelantar eso", señaló ayer el funcionario en diálogo con AM840 Radio Salta. Y remató: "Descarte que hubo un atentado".

Pérez Alsina señaló que la Fiscalía está terminando los informes técnicos que permitirán tener una resolución final para determinar las causalidades que provocaron la explosión ocurrida la madrugada del 11 de noviembre.

A fines de diciembre pasado, lo último que se sabía de la explosión es que el fiscal penal 5, Horacio Córdoba Mazuranic había pedido la colaboración de la División Explosivos y Riesgos Especiales de la Policía Federal.

Ese informe se cruzaría con el análisis de las cámaras de seguridad para poder determinar qué sucedido la madrugada del 11 de noviembre. Ese día decenas de vecinos se asustaron por una fuerte explosión que incluso causó daños en algunas ventanas, puertas y otros sectores de sus viviendas.

En un primer momento, desde el Ministerio de Seguridad informaron que el incidente, que hizo volar por los aires esa nueva dependencia, se debió a que uno de los guardias, tras sentir olor a gas, cerró una válvula de una garrafa que estaba afuera del laboratorio. En el momento de bajar un interruptor ocurrió un chispazo que causó la explosión.

Al día siguiente de la explosión la Municipalidad distribuyó chapas, tirantes y otros materiales de construcción entre las familias afectadas. Los vecinos describieron que en la madrugada del 11 de noviembre sintieron un fuerte impacto. La explosión fue tal que muchos la percibieron a más de 15 cuadras del CCM.

El laboratorio de bromatología fue inaugurado hace tres años y tenía una dimensión de 80 metros cuadrados, diariamente solían trabajar una bioquímica encargada y, al menos, dos auxiliares.