Descarrilamientos y accidentes: ¿Está lista Salta para el regreso de los trenes?

¿Salta está prepara para convivir con el paso de los trenes por las calles de la ciudad? Esa pregunta se pone sobre la mesa de debate, pensando en los distintos episodios que se suscitaron en los últimos días donde hubo problemas que tuvieron la participación de estos transportes.

Es que, pese a la gran expectativa que se generó semanas atrás con la puesta en marcha del Tren Urbano en Salta, el cual facilitará la conexión entre localidades del Valle de Lerma, como también brindando una nueva forma de modalidad a pueblos y parajes, también comenzaron las dudas.

La primera de esta fue respecto al estado de las vías férreas, cuando en una mañana de lluvia la formación del Belgrano Cargas descarriló apenas saliendo de la Estación de Trenes, sobre Ameghino y avenida Sarmiento. Afortunadamente no hubo daños ni mayores inconvenientes por lo sucedido.

Sin embargo ese mismo día, el tren en cuestión volvió a descarrillarse al llegar a la localidad de Metán. Allí quedó a la vista que el estado de los rieles no es el mejor y que puede generar este tipo de complicaciones.

Como si fuera poco se suma la conducta vial, el “mal modo” en que conducen los salteños y la dificultad que se avizora para adaptarse en su paso diario por las maltrechas calles capitalinas, deteniéndose ante el paso de los trenes, respetando las señales ferroviarias y evitando siniestros viales.

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Fue en la tarde del lunes cuando llegaba la noticia de la colisión entre el Tren Urbano y un automóvil particular sobre Ameghino y Deán Funes. Según las primeras investigaciones, se supo que el joven conductor esquivó un auto y no se dio cuenta que venía el tren, logró maniobrar y por fortuna evitó una tragedia.

Esta serie de acontecimientos dejan a la vista la necesidad de una mejora las vías del ferrocarril, revisar su estado, contar con las señales viales en los pasos de las formaciones, que las barreras, los sonidos y las alarmas funcionen, pero también el aporte de la ciudadanía para que pueda acostumbrarse al paso de estos transportes, evitando sobre todo hechos que pudiesen terminar de la peor manera.