El conflicto entre manteros y comerciantes sigue sin ser resuelto y parece carecer de alguna propuesta novedosa o alternativa a lo de siempre: someterse a lo que piden.
Dicen que las autoridades pretenden nuevamente su reubicación, pero ellos se mantienen tajantes con la decisión de no moverse de la peatonal, con suerte en horario nocturno, teniendo en cuenta un acuerdo logrado el año pasado con la presente gestión Municipal.
Mientras vendedores ambulantes y manteros de todos los rubros copan el microcentro salteño, los comerciantes insisten con bajas en las ventas y que sean erradicados del centro.
El argumento de ambas partes para sostener sus pedidos es económico: mientras los manteros advierten sobre el alto índice de desocupación que los empuja a ejercer la venta callejera, los comerciantes aseguran que las ventas bajaron a casi la mitad, de acuerdo a años anteriores, y que de esta manera no pueden mantener los costos que demanda la formalidad como alquiler, sueldos e impuestos.
Sincerarse y denunciarlos
Salta tiene altos índices de desocupación, es cierto; pero los comerciantes legales, que pagan alquileres, impuestos y sueldos, advierten una baja en sus ventas. Cada vez hay más vendedores ambulantes, y basta con darse una vuelta por el microcentro a la noche para darse cuenta que no se puede ni caminar por las peatonales por la cantidad de manteros de todos los rubros.
Un censo municipal de mayo daba cuenta que son alrededor de 500 los ambulantes, aunque aseguran que son más del doble los que realmente existen.
En su momento, Aroldo Tonini, quien fuera secretario de Servicios Públicos y Ambiente, acordó con los manteros que trabajen entre las 21 y las 0.00, de lunes a sábados y los domingos todo el día en las peatonales, mientras que durante el horario comercial solo pueden permanecer en calles aledañas a las peatonales. Este último acuerdo es el que los comerciantes formales piden discutir. Todos sabemos que una vez que se dan ciertos derechos, luego es muy difícil quitar.
La Municipalidad tuvo un primer encuentro con Jorge Pampero, de Sivara (Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina). "La reunión fue muy productiva porque ellos presentaron propuestas como una feria de vendedores ambulantes itinerante en distintos barrios. También se mostraron abiertos a ser relocalizados en algún espacio donde el municipio pudiera dar ciertas comodidades como baños. La idea es despejar el microcentro", aseveró Frida Fonseca, secretaria de Gobierno, a El Tribuno.
Es lo mismo que se dice desde hace muchos años, y siempre choca porque hay diferentes posturas dentro de los vendedores ambulantes, y muchos no están dispuestos a irse. El mismo sector comercial no se sincera al respecto, porque estos manteros venden mercaderías que los mismos comerciantes legales les proveen, entonces hay un doble discurso al respecto.
"Vendedores ambulantes son los que deambulan y que tienen cierta cantidad de mercadería que llevan en las manos, no un quiosco entero. Queremos ser más explícitos en eso. Los manteros tienen casi la misma cantidad de mercadería que un negocio. Hay mucha diferencia", resaltó Carol, de Comerciantes Unidos. "Hay una persona que compra toda esa mercadería y los manteros son esclavos que trabajan en negro para él, hay un distribuidor", advirtió, y ellos saben quienes son, pero no los denuncian.
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