Nahuel Vilte
La sociedad salteña está conmovida, en la madrugada del domingo un Nahuel Vilte de sólo 21 años, murió degollado en el Parque San Martín, su familia tenía un puesto de ventas y los acusados también operaban en el lugar. Su familia asegura que la policía fue tres veces y no hicieron nada. Ahora la Municipalidad suspendió los permisos de trabajo y un fuerte operativo policial custodia la zona.
En el programa el Foso de los Leones por FM Aries, habló Emilia, tía de la víctima quien contó que el sábado tuvieron varios inconvenientes con los acusados porque quería controlar la zona y cobrar por trabajar allí. “Si la Policía hubiese actuado con tiempo, esto no pasaba”.
Aseguró una y otra vez que la Policía fue tres veces al lugar y “no hizo nada en esas tres veces que fue”. Contó que su hermano, el papá de Nahuel, la llamó a las 22:30 del sábado para decirle que en el Parque San Martín “había problemas con Javier Ponce”.
Ellos pidieron ayuda a la Policía, pero “cuando se iban, este señor regresaba al puesto de mi hermano a insultar. Lamentablemente, Nahuel, su hijo, fue a verlo a su papá, porque se enteró que tenía problemas. Cuando llegó, su papá no estaba y ve que este señor estaba agrediendo a su mamá y a su hermana e intervino”, narró Emilia.
En ese momento y al ver a su hermana golpeada comenzó a pelear con Ponce, quien aseguran tiene 10 puestos en la zona y cobraba una cuota diaria a casi 150 vendedores a base de aprietes y amenazas. “Lo agarraron de atrás y vino el venezolano (Chino Falcón) y lo apuñaló en el cuello”.
Desde ese momento se desató la desgracia, el joven se desangró en cuestión de minutos y murió antes de poder ser asistido. Familiares de la víctima y otros puesteros prendieron fuego dos de los locales de los acusados y la Policía tuvo que intervenir para evitar una nueva desgracia.
Ambos sospechosos huyeron y uno de ellos fue detenido ayer en inmediaciones del expeaje Aunor. Hoy funcionarios municipales e uniformados llegaron al Parque y evitaron que se instalen los vendedores, anunciaron que todos los permisos fueron revocados y que no podrán instalarse por tiempo indeterminado, buscan evitar más hechos de violencia.
En ese contexto los puesteros denunciaron una mafia que era liderada por los acusados, quienes cobrarían entre 2000 y 3000 pesos por día a los trabajadores de la zona, dinero que no saben donde termina.
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