En la Sala VI del Tribunal de Juicio se reanudó la audiencia de alegatos en la causa seguida contra Joaquín Octavio Viñabal (25), alias “Gololo”, por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por femicidio, en perjuicio de Agustina Fernanda Nieto.
El juicio continuó con la recepción de declaraciones testimoniales. Hoy comparecieron un testigo de identidad reservada, una vecina de barrio San Benito y peritos que intervinieron en la causa, entre ellos un subcomisario de la División Homicidios y una psiquiatra del CIF.
La vecina citada a declarar contó que su casa da al fondo de la propiedad donde fue encontrada sin vida Agustina Nieto, el 10 de noviembre de 2018. La mujer relató que esa noche, entre las 3 y las 4 de la madrugada, la despertó el grito fuerte de una mujer. Dijo que parecía un grito de dolor. Luego, tras la consulta de la fiscal, señaló que era como si estuviesen asfixiando a alguien, tal como había aportado en su primera declaración, brindada en fiscalía en fecha cercana al hecho.
La testigo indicó que luego de eso, ella se levantó y fue al fondo para escuchar mejor, pero no percibió más ruidos. Dijo que al día siguiente sintió un olor fuerte y luego se enteró, por el comentario de vecinos, que habían encontrado a una mujer muerta en el baldío.
Luego declaró un subcomisario de la División Homicidios, afectado al CIF. Refirió que intervino en la causa cuando se le requirió la urgente ubicación de una mujer que había sido mencionada por otro testigo. La encontró en Villa San Antonio. La joven, que tiene problemas de adicción, había sido vista con la víctima la noche del hecho.
Efectivamente, en su declaración, ella confirmó que esa tarde o noche había estado con “la Negrita” (el sobrenombre con el que conocía a Agustina Nieto) y que se encontraron con dos muchachos en la entrada de la casa abandonada, en barrio San Benito. Dijo que uno era “morrudito” y vestía ropa deportiva, y el otro era el dueño de esa propiedad. No sabía su nombre pero sí tenía ese dato porque él se lo había comentado días antes.
En su declaración, la testigo contó que los dos sujetos las invitaron a pasar a la casa abandonada. Ellas no querían, pero finalmente Agustina cedió y ella prefirió irse.
El subcomisario sostuvo que su relato era coincidente con el testimonio brindado por otro testigo que dijo haber visto a “Gololo” y a una joven en la entrada de la construcción abandonada.
También mencionó que durante la investigación se descartó por falta de sustento una hipótesis que hablaba de un presunto narcopolicía o de un posible ajuste de cuentas por la sustracción de drogas a un “transa”.
Durante la jornada también declaró una psiquiatra del CIF que evaluó a Viñabal. Indicó que, en relación a los hechos, el imputado manifestó que había sido visto por testigos -puntualmente por una chica cuyo nombre desconocía- en el lugar del hecho. Pero negó la acusación y sostuvo que en ese momento él estaba en su casa con su bebé.
En su informe, la profesional señaló que Viñabal no presenta psicosis ni indicadores de enfermedad mental. Dijo que durante la entrevista sostuvo un relato escamoteado y con tendencia al ocultamiento, retaceando información. No observó mendacidad.
Agregó que tiene una personalidad transgresora e inmadura y que no respeta los límites. Observó además una impulsividad latente y consideró que el acusado sí reviste peligrosidad para sí mismo y para terceros por el consumo de sustancias psicoactivas. La perito precisó que Viñabal no considera que su adicción sea un problema.