Se reúne hoy el Consejo Superior de la UNSa

Hoy, a las 16, habrá asamblea extraordinaria del Consejo Superior de la UNSa y la derogación de la resolución 340, por la que se congelaron las vacantes y se suspendieron los llamados a concurso en la Facultad de Humanidades, es el resultado que esperan los estudiantes, profesores y personal de apoyo universitario de esa escuela, quienes sostuvieron la toma del Rectorado durante 32 días y hasta el lunes pasado. Precisamente para garantizar que se reuniera el máximo órgano de gobierno de la UNSa, la asamblea de la toma decidió despejar el edificio. Aunque ayer por la mañana el vicerrector Miguel Angel Boso, mientras ofrecía una conferencia de prensa en el Centro Cultural Holver Martínez Borelli (Alvarado 551), dijo que “el levantamiento de la medida coincide con un acto eleccionario en la provincia”, deslizando una lectura muy particular sobre los buenos resultados que obtuvo el Partido Obrero en los últimos comicios.

Sin embargo, en las elecciones celebradas ayer en el Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades, resultó ganadora la alianza de izquierda -y opositora al PO- Movimiento 10 de Octubre, denominación alusiva al día en que se inició la toma del Rectorado.

“La cuestión académica y presupuestaria de la Facultad de Humanidades se dejó de lado para instalar un proceso político en la universidad y esa fue la demora: más de un mes. Quiero dejar claro que esa fue la situación, porque siempre estuvimos dispuestos a abrir los caminos del diálogo y llegar a consensos”, definió.

El mural de la discordia

A pesar de que Boso aseguró que desde el Rectorado se busca propiciar la “reconstrucción de las relaciones -que nunca hemos perdido- con Humanidades para que veamos de qué manera podemos caminar juntos”, una de las primeras medidas del vicerrector causó malestar entre la asamblea de la toma. Durante la madrugada de ayer personal de obras y servicios de la universidad fue convocado para tapar un mural que se había plasmado sobre una pared externa del edificio central.

“No era agraviante, pero lo pintaron contra todas las normativas”, expresó Luis Fernández, estudiante de Antropología. El dibujo de un sol con reminiscencias andinas y la leyenda “Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir” desapareció “de manera dictatorial, sin demostrar disposición a la conciliación”, según un comunicado difundido ayer por la asamblea. Consultado al respecto, Boso fue categórico: “El rectorado debería mantenerse lo más limpio posible, porque es la cara de la institución, y di orden de que quedara perfectamente pintado como estaba antes”.

Fuente: Diario El Tribuno