Agostina es una salteña que hace años decidió empezar a ayudar en barrios vulnerables de la Ciudad de Salta, y a medida que se fue involucrando, vio la necesidad de diferentes cosas en distintos lugares. Así fue como logró hacer diferentes campañas de colecta y ayuda social que se difunde por las redes y que permitió llevar comida y abrigo a ciento de familias salteñas.
Ahora está ayudando en el vertedero San Javier. “Cristina, la encargada de un merendero al que ayudábamos y que queda a 3 cuadras del “basural” me llevó ahí, y cuando fui sentí que nunca más iba a poder dejar de ir a ayudarlos. Yo ya hice varias campañas en distintos merenderos, pero con esto fue diferente, no podía creer que exista ese nivel de pobreza a 20 minutos de mi casa”, contó Agostina a InformateSalta.
“Cristina cocina los martes para su merendero, pero fui con mi prima un jueves a cocinar y la gente no podía creer que tenía comida otro día que no sea un martes. Ahí surgió una campaña en Instagram para que la gente nos ayude a llevarles comida a la gente los jueves, después armamos un grupo de Whatsapp y yo los lunes mando el menú y la gente que está en ese grupo, colabora con lo que puede y así llegamos a cocinarles”, dijo.
Fue así como se contactó con 10 personas más, que, sin conocerse, se comunicaron por Instagram y van a cocinar semanalmente a ese merendero y luego reparten bandejitas en el vertedero San Javier. Contó que en principio era una familia la que estaba viviendo en el piso en el lugar, pero hoy son más de 50 y pasaron todo el invierno ahí. La cita obligatoria es los jueves, pero cuando le queda algo de mercadería y dinero, se junta con familias amigas y se reúnen un sábado al mes para brindarles lo que quedó.
“No es un merendero cualquiera. Psicológicamente es muy muy duro, es gente que vive en la basura, desolada, estigmatizada, no está documentada, totalmente marginada y nadie les da una mano. Cuando se pasa de lo imaginario a lo real, cambian muchas cosas. Cuando realmente lo ves y lo vivís, es muy fuerte”, añadió.
En este sentido agregó que los martes, Cristina cocina para 200 personas, y ellos los jueves alimentan a 500. Ahora están con una campaña para comprar frazadas, porque las noches siguen siendo muy frías y quienes pasan sus días ahí, armaron sus “casas” con bolsas, y si llueve o corre viento, se desarma todo. Para esta, pide una colaboración de $500, o pueden acercarle a su domicilio una frazada nueva o usada, pero en buenas condiciones.
Por otra parte, semanalmente necesitan colaboración de alimentos no perecederos, ropa para gente de cualquier edad, desde bebés hasta adultos mayores, cosas dulces, leche, yogurt, y con todo lo que se pueda ayudar. Para esto, se puede hacer una donación física de cualquiera de estos alimentos, o transferirles dinero al alias COLECTA123, cuenta a nombre de Agostina Molinaro.
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