El expresidente Mauricio Macri evitó este lunes dar precisiones sobre sus aspiraciones electorales en 2023, señaló que está concentrando en aportar ideas para el próximo gobierno y afirmó que no le gusta que lo saquen pero que tampoco lo suban al ring electoral.
“No me gusta que me bajen ni que me pongan en ningún lado”, afirmó. “Me siento cómodo tratando de alentar a muchos dirigentes valiosos en todos los niveles que están queriendo liderar en sus ciudades, provincias o en el país”, señaló en declaraciones a TN.
El expresidente indicó que tiene puesto su foco en discutir ideas dentro de Juntos por el Cambio. “El quién es importante, pero hoy estoy para debatir y profundizar ideas. Estoy haciendo un mayor aporte que salir a la cancha a decir ‘quiero ser candidato’”, afirmó.
El fundador de Pro dijo que se siente “triste” y preocupado” por el “creciente deterioro” del país, le achacó al Gobierno “una falta de rumbo” y de “no tener un plan” frente a lo que sucede. Además, dijo que el Frente de Todos “se ha dedicado a destruir oportunidades”. “El mundo está girando hacia América Latina y la Argentina está fuera del mapa”, subrayó.
Y amplió: “Estoy muy esperanzado por lo que siento en la calle. Como nunca antes veo una convicción de la mayoría de la sociedad a favor de un cambio profundo. No solamente de estilos, sino de formas de organizar la sociedad”.
También habló de los desafíos hacia delante. “Siempre creímos que íbamos a encontrar un Maradona para cada cosa, que nos iba a salvar. Eso no existe. Existe una sociedad decidida a vivir dentro de la ley con sensatez. Y todo el mundo tiene que respetar la misma ley”, aseveró.
Macri se refirió a la resistencia que el kirchnerismo, sindicatos y organizaciones sociales y políticos le pueden llegar a oponer a un eventual gobierno de Juntos por el Cambio en 2023. “Estamos comprando unos cascos especiales. Ya nos anticiparon que van a venir con piedras”, ironizó.
En esa línea, el dirigente de Pro aseveró que “nadie invierte” en un país “donde existe un Pablo Moyano” al hacer mención al método de protesta del sindicato de Camioneros. Pero también aseguró que “nadie invierte” en una Nación donde se “inventan impuestos todos los días” o donde, incluso, “hay 20 dólares diferentes”.
Macri sostuvo que “no existe” la posibilidad de implementar una política gradualista como la que llevó adelante en 2015. Afirmó que la herencia que deje el gobierno de Alberto Fernández “será mucho peor” a la situación con la que él terminó su mandato.
“Heredé el tercer subsuelo y prometí un edificio de 20 pisos. Pero llegué al piso 7°. Resultado fue insuficiente frente a una enorme expectativa, y no pude ganar la reelección. Ahora estos señores volvieron del 7°piso al 7° subsuelo”, señaló.
El expresidente rechazó los cuestionamientos del kirchnerismo respecto de la contracción de deuda durante su mandato. Al contrario, afirmó que en la actualidad hay una “deuda gigantesca” en el Banco Central. “Es el gobierno que más deuda tomó desde la Tesorería”, expresó.
Macri acusó al Frente de Todos de destruir los “precios relativos”, consignó que el mercado energético “está colapsado” y le reprochó la falta de avance en la licitación del gasoducto que parte desde Vaca Muerta. “Nos hubiera permitido ahorrar más de 7 mil millones de dólares y ya estar exportando gas al mundo, pero seguimos importando. Han hecho un desaguisado fenomenal”.
Por otro lado, remarcó que el Gobierno no tiene rumbo y citó a Perón. “Si Perón viviera, apoyaría a Juntos por el Cambio”.
Aerolíneas Argentinas
Macri volvió a cuestionar el déficit de Aerolíneas Argentinas y señaló que con el dinero que pierde el Estado se podrían realizar distintos proyectos de obra pública. ¿Podemos seguir aceptando que Aerolíneas Argentinas cueste 700 millones de dólares por año?”, planteó.
Y profundizó: “Con cinco meses [del déficit] de Aerolíneas hacemos el nuevo puente Chaco-Corrientes. O con tres meses hacemos el acceso del Aeropuerto de Bariloche a la ciudad. O hacemos un nuevo camino entre esa ciudad y el Llao Llao, por arriba. Uno de los lugares más lindos que la Argentina tiene para mostrar no tiene infraestructura”.
Así, apuntó de lleno a la gestión de Cristina Kirchner. “Desde que la estatizaron, una idea genial del gobierno kirchnerista, Aerolíneas se patinó más de 10.000 millones de dólares. Tendríamos hoy el sistema de transporte de trenes de cargas más importante del mundo”, sostuvo.
Macri trató de “mentirosos” al titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró y al titular de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani. Rechazó que la empresa vuele a lugares donde otras empresas no lo hacen y pidió dejar empresas privadas tengan más operaciones en el país.
En todo caso, si hubiera lugares poco rentables para volar, el dirigente de Pro propuso seguir la experiencia de Juan Carlos Romero, exgobernador de Salta, quien años atrás llamó a licitación para la cobertura de viajes y determinó un porcentaje de los tickets garantizados.
Al tercer mes salta nunca pagó la garantía. Ese es un gobernante inteligente que piense cómo resolverle a la gente los problemas sin crearse una empresa estatal para emplear a los amigos, para darle todo tipo de privilegios, o para que todo el mundo trabaje mucho menos”, lanzó.
Además de Aerolíneas, Macri señaló que las empresas del Estado pierden “6 mil millones de dólares por año”, una situación a la que calificó como “un disparate”. “Con la pobreza que hay, con un año [de ese déficit] de las empresas estatales, todo el mundo tendría cloacas y agua potable”, dijo.
“Necesitamos un gobierno con coraje que ponga prioridades. Y, con el apoyo de la gente, ir a fondo con los cambios. Y si ellos vienen con las piedras, vamos a bancar con el casco puesto. Vamos a imponer la ley y a hacer los cambios”, resaltó.
Macri criticó la concepción de que “el Estado resuelte todo”, y afirmó que las cosas “tienen que funcionar”, independientemente de si las realiza el sector privado o las instituciones estatales. “Lo único que resolvió el Estado es que la gente vaya de concejal a millonario”, añadió.