Por estos días pasa seguido que una finca sea objeto de usurpaciones u otros delitos contra la propiedad. Los propietarios de la Estancia Riarte, ubicada en el norte del departamento Trancas, cerca del límite con Tucumán, denunciaron por esto nada menos que al intendente de El Jardín, la primera municipalidad salteña que está pasando el límite interprovincial.
“Son decenas las denuncias que hicimos, pero seguimos en la misma. Estamos desesperados y no sabemos qué hacer ya”, afirmó Jorge Posse, uno de los titulares de las tierras.
El productor informó que el problema surgió hace 12 años. “El intendente, que se llama Carlos López, pero que es conocido como Omar López, se alió con integrantes de los pueblos originarios y se instalaron en nuestros campos. Se le hizo costumbre cometer este delito en tiempos electorales. Nuestro abogado, Camilo Atim, está peleando desde hace años en tribunales por este tema. Una sola vez vinieron muchos efectivos para expulsar a los usurpadores. Pensamos que todo terminaría ahí, pero eso fue el comienzo. No esperábamos vivir una pesadilla”, lamentó.
Estancia Riarte ocupa desde hace 150 años unas 20.000 hectáreas, 800 de ellas dedicadas a la producción. Las tierras pertenecían a la familia que le puso nombre. En los 50, fue comprada por Jorge Prat Gay -padre del economista y dirigente Alfonso- y sus hermanos.
En 2003, el inmueble pasó a manos de Posse y del productor salteño Alfredo Moreno. “El casco, que fue construido hace más de 100 años, es hermoso. También posee una capilla muy bella que es visitada por muchísimas personas”, aclaró. “Podríamos producir más, pero tenemos miedo de que nos sigan amenazando y robando cosas. Es una lástima porque mucha gente de la zona se verían favorecida porque tendrían trabajo”, expuso.
“Después de que fue expulsado de nuestras tierras con una orden judicial, esta persona se puso más violenta todavía y avanzó con todo”, dijo el productor, quien relató que lo primero que hizo fue invadir su propiedad para colocar un feedlot (un campo donde se llevan animales para que engorden).
“Primero desmontó de manera ilegal un sector para montar corrales, después avanzó con un galpón. No deja de ser grave que haya utilizado vehículos, maquinarias y hombres de la municipalidad de El Jardín para avanzar con su proyecto personal”, afirmó.
Fuente: Contextotucuman
El agricultor resumió los daños que le generó la instalación de este emprendimiento. “Lo más grave es que corta nuestros alambrados para que el ganado ingrese a alimentarse del maíz y la soja de nuestros campos. No podemos hacer mucho porque son cada vez más violentos. Nos arrimamos al sector que nos están ocupando y nos corren a los tiros”, denunció.
Posse reveló el peor de los hechos: “En 2011, él y su gente asaltaron a mi socio. Lo agredieron físicamente y se fueron cuando pensaron que estaba muerto. Por ese hecho, esa persona debe ser enjuiciada por tentativa de homicidio. Esperamos que este año se realice el juicio porque estamos cansados de vivir esta situación. Alguien tiene que detenerlo”, destacó Posse. Por ese hecho, el intendente será enjuiciado en diciembre.
“Todo lo que dicen son mentiras. Esas tierras no son de ellos, sino de los pueblos originarios. Si aseguran tener escrituras, mienten”, se defendió el intendente López al ser consultado sobre el caso.
El funcionario, que se postulará para senador provincial salteño, también desmintió que esté otorgando parcelas a los vecinos de El Jardín. "Ellos son los que los expulsan de manera prepotente. Parece que se olvidaron de que tenían un tractor especialmente preparado para derrumbar las casas”, añadió
Sobre la denuncia que hizo el productor tucumano, López aceptó dos cosas: la presencia de vehículos de su municipio en tierras tucumanas y la existencia de ganado.
“Primero me gustaría aclarar que todos los días o día por medio, por nuestra iniciativa, les llevamos comida a los viejitos. Me crié ahí y no me puedo olvidar de esa gente”, indicó el intendente que cumple su segundo mandato. “Son 40 o 50 vacas las que existen ahí. Pero desde hace años, no hay ningún centro de engorde. Somos nosotros los que alambramos para que los animales no le coman su soja”, finalizó.