Tras años de espera, finalmente inició hace algunos días el juicio contra los hermanos Castedos. En la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán se llevó adelante ayer por la tarde la tercera jornada en la Audiencia debate contra Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo "Hula" Castedo, acusados por el homicidio de Liliana Ledesma, ocurrido en la localidad de Salvador Mazza en el año 2006.
A los hermanos se les imputa los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento. El Tribunal está integrado por los jueces Edgardo Laurenci (presidente), Raúl Fernando López y Claudio Alejandro Parisi (vocales).
En la oportunidad, se escucharon las declaraciones de tres testigos y luego pasaron a un cuarto intermedio hasta próximo martes a las 17, para continuar con la ronda de testimoniales.
Cabe recordar que en representación del Ministerio Público Fiscal interviene la fiscal Penal del GAP Claudia Carreras. La querella es representada por el abogado David Leiva, y en ejercicio de la defensa de los hermanos Castedo actúa Horacio Daniel Morales.
Además los hermanos Castedo participan de las audiencias por vía remota desde su lugar de detención en el Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza, donde se encuentran alojados.
Testigos durante la tercer jornada
En la jornada previa se escucharon los testimonios de los periodistas que le tomaron la última nota a la víctima y en el día de ayer prestaron testimonios algunos gendarmes que participaron de la investigación y de las escuchas sobre diversos teléfonos.
El jueves durante la tercera jornada, el abogado querellante dijo que se están acreditando las circunstancias que prueban que el móvil del crimen estaba relacionado con el control de la tierra que colindaba con las dos fronteras, es decir la finca El Pajeal, a la que justamente Liliana Ledesma en su denuncia asegura que por ella discurría el narcotráfico.
Esta denuncia, según Leiva, perjudicaba a los hermanos Castedo sobremanera. Para el querellante, los Castedo no fueron instigadores del homicidio, sino que realizaron aportes y contribuciones que lo ponen en calidad de coautores", dijo.
En tanto, El Tribuno escuchó la voz de uno de los defensores de los imputados Castedo, el abogado de Embarcación Horacio Morales, quien primeramente aclaró que un incidente que tomó estado público (una supuesta amenaza de Raúl Castedo hacia una testigo ) jamás existió.
Luego se explayó asegurando que sus defendidos nada tienen que ver con la instigación del sonado homicidio, cuyos autores materiales están cumpliendo aún sus respectivas condenas. "Este tema tiene ya 17 años y en ese tiempo la acusación nada aportó de peso para probar los cargos sobre mis clientes. Pretenden condenar a los Castedo con los argumentos con los que se condenaron a los autores materiales. La instigación se debe probar con fundamentos y hasta ahora nada de eso ocurrió. Nadie los señaló, ni siquiera los condenados a perpetua", argumentó el defensor.
Un rostro desconocido hasta el año 2016
Hasta su detención en julio de 2016, Delfín Castedo era un "nombre" a quien le adjudicaban haber traficado miles de kilos de cocaína sin control. Llegó a convertirse en el narcotraficante más importante de la Argentina y en el mayor proveedor de droga de las principales organizaciones criminales del país y lo más llamativo es que solo unos pocos conocían su rostro, la mayoría de Salvador Mazza y algunas localidades de Bolivia, pero jamás se le encontró cocaína en su poder, a pesar que sus domicilios fueron allanados en diversas ocasiones.
Su defensor, Horacio Morales, asegura que la única vez que su cliente fue condenado no fue por narcotráfico, sino por lavado de activos, causa que asegura está recusada, "jamás le hallaron droga y puedo exponer la planilla prontuarial para que confirmen lo que digo", afirmó el letrado, quien aclaró que aún hay causas pendientes. Luego dijo: "En todos estos años nadie aportó prueba que indique que mis defendidos hayan participado en la instigación del lamentable homicidio".