Un hombre de 27 años deberá cumplir una pena de cuatro años de cárcel por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por las circunstancias de realización y duración, luego de reconocer que abusó sexualmente de su prima.
Fue el juez Ángel Amadeo Longarte, de la Sala II del Tribunal de Juicio, quien impuso la pena luego de conocer que el joven cometió abusos sexuales en el 2015, en perjuicio de su prima, en ese entonces de 7 años, hechos ocurridos en el barrio Patricia Heitman.
Todo salió a luz a partir de una denuncia radicada en enero pasado por la madre de la víctima, quien reveló que se enteró de los abusos por parte de su hija, ahora adolescente, en una charla al regresar de una sesión con la psicóloga a la que asiste, pues desde hace unos años padece una enfermedad neurológica.
Al ahondar sobre varios temas de su infancia, la joven expuso lo sucedido a los siete años, cuando su madre le dio asilo en su casa a un primo, quien había sido echado por su familia y andaba solo en la calle, sin saber las razones por las que su madre lo desamparó.
Al poco tiempo de estar en la casa, el sujeto se aprovechó para someterla a los abusos sexuales, los que ocurrieron de manera gradual hasta que finalmente la accedió carnalmente, según lo relatado por su hija, quien le dijo que los hechos sucedían cuando su madre no estaba en casa.
A partir del relato de la joven, la madre pudo establecer que los abusos ocurrieron en el 2015, cuando ella y su esposo trabajaban, mientras que los hijos varones de la pareja, también llegaban tarde a casa, siendo la menor la única que lo hacía temprano, lo que era aprovechado por el abusador.
En vista de la denuncia, el acusado, que ya estaba en pareja con una docente y vivía en el barrio 17 de Octubre, fue detenido e imputado. Al momento del juicio, la fiscalía dejó en claro que poseía suficientes pruebas que comprometían al acusado.
Entre esas, destacó el informe psicológico practicado a la víctima, en el cual se estableció la inexistencia de rasgos o evidencias de mendacidad y fabulación por parte de la joven. A ello, la psicóloga ratificó daños en el área de sexualidad de la misma, lo que evidencia experiencias vividas de orden destructivo.
En función de estos elementos de pruebas, como así también el reconocimiento por parte del acusado de los abusos, el juez decidió avalar el acuerdo de juicio abreviado, como así también la pena a la que la fiscalía y la defensa arribaron.
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