A partir del DNU que establece la emergencia energética en el país, referido al ajuste que se viene por la quita de subsidios en las tarifas, se genera mucha incertidumbre sobre como podría afectar a los distintos sectores.
Carlos Saravia, presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos, comentó en FM Pacífico que la emergencia energética no es algo nuevo, ya que al inicio de la presidencia de Alberto Fernández se había dictado en términos energéticos y al igual que ahora, se intervino ENARGAS.
El titular del Ente, explicaba que antes de avanzar con una modificación en cuanto a determinación de tarifas y subsidios, se debe realizar audiencia pública, designando, por parte de la Secretaría de Energía previamente, a las autoridades del Ente Regulador y el ENARGAS.
Manifestó que en estos días se designarán a los nuevos interventores y como seguirán los pasos: “después de ello se implementará la audiencia entiendo que hasta enero y recién allí si sacan una resolución antes de que termine el mes de enero podrán determinar algún tipo de modificaciones en los cuadros tarifarios hasta el mes de febrero”.
Si bien se deben seguir los pasos, el precio estacional de la energía se puede modificar sin necesidad de una audiencia, lo cual se realiza cada trimestre.
Aclaró que el gobierno anterior al realizar la modificación en la segmentación de energía, casi el 10% de los usuarios de altos ingresos dejaron de percibir subsidios, pasando a pagar $23 mil pesos por un consumo de 700 kilovatios.
La clase media por el mismo consumo paga $9500, “¿y qué es lo que quiere hacer el gobierno? Imponerle que pague igual que los otros, que los ricos” explicó Saravia, agregando que podría ser la clase que se vería más afectada por la medida.
En cuanto al sector de menores ingresos, tendrán una preservación siempre y cuando cumplan con el crédito de 200 kilovatios que informó el ministro de Economía, Caputo, “el que consuma más allá de eso va a tener que pagar la diferencia con tarifa plena”.
Alertó a quienes consuman arriba de los 400 kilovatios, porque podría generarles facturas dolorosísimas.
El funcionario llamó a un consumo racional ya que “no hay política de contención que valga”.