Lo que parecía un cierre no lo fue, finalmente redujeron las penas a los condenados por el violento crimen de Sandra Palomo. Como ya se había anticipado, la Sala I del Tribunal de Impugnación, integrada por los jueces Ramón Esteban Medina y María Edith Rodríguez, resolvieron revocar la sentencia dictada el 29 de junio de 2022, mediante la cual los jueces Norma Vera, Roberto Lezcano y Maximiliano Troyano, de la Sala IV, condenaron a Ian Esteban Caro y Ricardo Nahuel Bonifacio a 15 años de prisión por ser partícipes del crimen de la docente Sandra Palomo, ocurrido el 31 de agosto de 2019.
En su fallo, dictado el 15 de febrero pasado a instancia de las impugnaciones que plantearon la defensa de los dos acusados y de otros dos menores, quienes, si bien no fueron condenados, sí fueron declarados responsables. En sus apelaciones, las partes dijeron que el tribunal de juicio incurrió en arbitrariedad y una errónea aplicación de la ley al condenar a los cuatro acusados como partícipes del crimen.
Ante estos planteos, los jueces Medina y Rodríguez, que revisaron el caso, les dieron la razón a los defensores y decidieron revocar la sentencia condenatoria, ya que, a su criterio, los cuatros acusados no tuvieron una participación decisiva en el homicidio de la maestra, sino que su rol fue el de encubrimiento.
Como se sabe, el asesinato de Palomo fue cometido por un menor de 15 años que vivía a la vuelta de la casa de la docente, en el barrio Tres Cerritos, quien resultó sobreseído por ser declarado inimputable, aunque fue derivado a un alojamiento correccional de menores, donde permanece privado de su libertad.
El asesinato, motivado por la necesidad del menor de mostrarse como un ladrón de fuste ante sus amigos, ocurrió en horas del mediodía en el subsuelo del supermercado Vea de barrio Tres Cerritos, lugar donde la docente fue para comprar masitas y otros comestibles para festejar un acontecimiento familiar.
Allí, en un rincón de la playa, el menor esperaba una potencia víctima, en preferencia que tenga un vehículo de gran porte, como la camioneta Toyota que la docente manejaba. Tras estacionarse y bajar del rodado, el adolescente la atacó con un cuchillo, asestándole entre cuatro y cinco puntazos, con los que le arrebató la vida, para luego cargar el cuerpo aún agonizante en la caja de la camioneta.
Solo encubrimiento
Luego deambuló por la ciudad por cinco horas, sin saber qué hacer con el cadáver de la docente, la que ya había fallecido desangrada. Fue entonces que buscó a caro y Bonifacio y luego a otros dos amigos de 17 años, quienes planificó arrojar el cuerpo del delito en un baldío del barrio Solís Pizarro, al oeste de la ciudad.
En el juicio no quedaron dudas del accionar asesino del menor, por lo que el debate se centró en la participación de los otros cuatro acusados, quienes cayeron por la misma confesión del menor. Las defensas siempre apelaron a que sus clientes solo fueron encubridores del crimen, pero que no participaron del mismo.
Esta hipótesis, desechada por la fiscalía y la Sala IV del Tribunal de Juicio, que terminó condenándolos, finalmente se impuso, pues los jueces Medina y Rodríguez coincidieron en que los cuatro acusados recién intervinieron cuando el asesinato ya se había consumado y que solo debían responder por el delito de encubrimiento.
La semana pasada, los jueces convocaron a los acusados y las defensas para darle a conocer su fallo y avanzar con la determinación de una nueva pena, lo que no se pudo concretar, ya que las querellas plantearon sendos recursos. En uno de los casos fue contra la situación penal del menor asesino y, por otro lado, decidieron impugnar el fallo de los camaristas.
Atento a ello, las defensas pidieron el rechazo de estos planteos e insistieron en la libertad de sus clientes. En respuesta, los jueces decidieron suspender el trámite de la audiencia para resolver los planteos de las querellas, lo que sucedió el viernes pasado, cuando rechazaron las impugnaciones.
En seguida, avanzaron con el análisis de una nueva pena atento al cambión de la calificación legal, circunstancias en que fijaron en 7 años la pena a cumplir por parte de Caro y Bonifacio. Asimismo, decidieron girar al Juzgado de Menores este nuevo fallo a fin de que se determine en ese fuero la suerte de los otros acusados.
En vista de esta nueva pena, y dado el tiempo que Caro y Bonifacio llevan presos, no se descarta que producto del nuevo computo de pena, ambos acusados puedan quedar en libertad en los próximos días.