La millonaria estafa que descubrió la AFIP

Tres contadores, un inspector de la AFIP y un particular fueron detenidos en un megaoperativo realizado ayer a la mañana por el organismo federal de recaudación fiscal, lo que permitió poner al descubierto una red de empresas fantasma que simulaban ventas ficticias por un monto de 150.000.000 de pesos. Los procedimientos fueron ordenados por el juez federal Julio Bavio, quien dispuso seis allanamientos en los estudios contables y en los domicilios particulares, a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Los contadores detenidos fueron identificados como Víctor Esteban Palomino Zitta, Alejandro Eduardo Aguilera y Alejandro Javier Cardozo. A estos se sumaron el inspector de la AFIP Juan Carlos Castillo Campero y José María Thomas, quien estaría sospechado como prestanombre de las empresas truchas que operaban desde los estudios contables de los nombrados profesionales.

“Este fue el resultado de una tarea de investigación que demandó un año”, destacó Rafael Resnick Brenner, director de la AFIP Salta. En este marco, el funcionario sostuvo que la intervención de los teléfonos de los sospechosos permitió descubrir que un inspector del organismo alertaba a los imputados de los procedimientos que se realizarían. Castillo Campero fue apresado mientras realizado su tarea en el edificio de Belgrano y Deán Funes. “Esta es una forma de depurar al personal que utiliza el cargo para delinquir”, señaló Resnick.

Se determinó que los beneficiarios de la maniobra eran deudores de la AFIP, quienes declaraban ventas simuladas por montos que obligaba al supuesto comprador a actuar como agente de retención. Estas ventas eran truchas y de esta manera el comprador, de perfil apócrifo, informaba al organismo recaudador mediante declaración jurada, a través de la página web, haber realizado la retención al contribuyente que se beneficiaba con la maniobra. En muchos casos se daba cuenta de que el pago se encontraba bancarizado, para darle un viso de legalidad.

La intervención de los teléfonos de los sospechosos resultó clave para llegar al nudo de esa cuestión y, con pruebas en manos, el juez Bavio ordenó los operativos sorpresa en los estudios de los contadores. Se habría determinado que el contador Palomino Zitta sería el celebro de la organización. Fue así que el magistrado dio las directivas para que el secretario Santiago French se constituyera en el estudio que el profesional posee en la calle Miguel Ortiz 574. Lo hizo acompañado de inspectores de la AFIP encabezados por su titular Resnick Brenner y el apoyo de personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. De inmediato se procedió a la detención del contador, mientras los agentes del organismo federal procedieron al secuestro de abundante documentación que ahora está siendo motivo de estudio por parte de peritos especializados en la materia. Luego se trasladaron al domicilio de la Palomino Zitta, en la calle Los Guayacanes del barrio Tres Cerritos, en cuyo garaje estaban estacionados un auto BMW descapotable y una moto Yamaha XV 1900 MIDNIGH STAR, dominio GGD 699, valuada en 130.000 pesos. Horas más tarde el juez Bavio ordenó el secuestro de esos vehículos, pero cuando el personal concurrió al lugar estos ya habían desaparecido.

Documentación comprometedora

Además del allanamiento al contador Palomino Zitta, los agentes hicieron lo propio en el estudio de su colega Aguilera, en la avenida Belgrano 665 y en su domicilio particular de la calle Mar Caspio 131 de barrio San Remo. También hicieron lo propio en el estudio de Cardozo, en Caseros 1642 y en la vivienda de Thomas, en Indalecio Gómez 24. En todos estos domicilios el juez Bavio ordenó el secuestro de documentación que compromete a los imputados. El último operativo se realizó en la propia sede de la AFIP donde el personal de PSA detuvo al inspector del organismo Castillo Campero. Una gran movilización se observó entre las 11 y las 13 en el interior del edificio, donde a esa hora mucha gente concurre a realizar trámites fiscales. Todos preguntaba qué pasaba. El inspector fue sacado en un auto por el garaje donde estaban apostados los medios de comunicación.

Fuente: Diario El Tribuno