En vez de aplicar una corrección nominal del tipo de cambio, el gobierno de Fernández decidió aplicar un tributo que encareciera, sobre todo, los dólares para atesoramiento, el turismo y el pago de servicios al exterior, que suelen ser la principal fuente de pérdida de dólares.
Luego, extendieron la aplicación del gravamen a toda venta de dólares que se haga para lo que sea. Es decir, extendieron el tributo a todas las importaciones con el claro objetivo de frenar las compras al exterior lo máximo posible y generar un efecto “devaluación” pero sin tocar el tipo de cambio nominal.
Según señala en un informe el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el impuesto habrá pasado por la historia y dejará una recaudación equivalente a $17,3 billones. El mismo fue un componente esencial en 2024 para que el ministro de Economía, Luis Caputo, pudiera alcanzar el objetivo de tener superávit fiscal primario y financiero. Para ello, a la brutal devaluación del pesos de inicio del Gobierno le agregó que la alícuota pasará del 7,5% al 17,5%. Luego presentó como una “rebaja de impuestos”, lo que fue la vuelta a la alícuota general.
“Muere el impuesto PAIS, aportando u$s17.300 millones durante sus 5 años de vida. El gran desafío fiscal de sustituir su recaudación en 2025”, señala el un informe el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El trabajo señala que, “de cumplirse la pauta presupuestaria, el impuesto PAIS va a terminar su vida el día 22 de diciembre habiendo aportado una recaudación total acumulada de 3,05% del PBI”, y advierte que “uno de los grandes desafíos fiscales de 2025 será la sustitución de esta importante recaudación no coparticipable, ya planteada en el proyecto de ley del Presupuesto 2025”.
En el proyecto de ley, que no se sabe a ciencia cierta todavía si va a ser tratado por el Congreso, no existe un pedido de renovación para el impuesto a la venta de dólares, por lo que el Gobierno va a tener que buscar reemplazarlo de otro modo. Según indica la consultora privada, este año aportó el 1,1% del PBI en recursos. En 2020, que fue el primer año de su aplicación, dejó 0,5% del PBI; en 2021, 0,24%; 2022, 0,42% y en 2023, 0,80% del PBI.