


Reutilizables, nacionales y en volumen: la PyME que reemplaza un millón de bolsas plásticas por mes
23/06/2025
Lo que empezó como una apuesta arriesgada tras un fracaso comercial, hoy se transformó en una pyme modelo de reconversión productiva y compromiso ambiental. Bolsas Ecológicas produce cada mes cerca de un millón de bolsas reutilizables que reemplazan a las tradicionales bolsas plásticas de un solo uso. Y detrás de ese número hay una historia de resiliencia, reinvención y propósito.
Una estafa que lo cambió todo
Gonzalo García Guerrero, su fundador, venía de otro mundo: el metalúrgico. Durante años, su empresa fabricó maquinaria pesada, con ciclos de venta largos y complejos. Hasta que una estafa comercial los dejó contra las cuerdas. “Necesitábamos salir del esquema de vender una máquina cada dos meses. Buscábamos algo con rotación, con salida diaria. Algo que tuviera volumen”, cuenta.
Fue entonces cuando un amigo les habló de una tendencia que crecía en Estados Unidos: las bolsas reutilizables, especialmente las de friselina, un material no tejido y resistente. En 2015, en lugar de importar todo, Gonzalo y su equipo decidieron construir su primera máquina de cero. Literalmente. Fue casera, artesanal y precaria, pero funcionó. Así nació Bolsas Ecológicas.
Hoy, la empresa cuenta con líneas de producción industriales, tecnología importada desde China y una red de clientes que incluye desde supermercados del interior hasta gigantes como YPF, Ferrum y FB. “Las bolsas que entregan en los shops de YPF en todo el país son nuestras. Eso es un orgullo”, dice Gonzalo.
Impacto ambiental con valor de marca
Más allá de los números, el corazón del proyecto está en el impacto ambiental. Cada bolsa reutilizable representa cientos de descartables que no terminan en el ambiente. “Las empresas nos eligen porque saben que lo ecológico ya no es solo una moda. Es una demanda real de sus consumidores. Y es parte de su imagen de marca”, explica.
Además, la empresa ofrece bolsas personalizadas al por mayor, con mínimos de producción que permiten alcanzar buenos costos sin resignar diseño. Esto hace que sean elegidas por marcas de múltiples rubros: alimentación, construcción, ferretería, moda, cosmética y más.
“Cuando arrancamos hacíamos 20.000 bolsas por mes. Hoy estamos cerca del millón. Y seguimos creciendo”, cuenta Gonzalo. Ya incorporaron impresora propia, nuevas líneas de producción, y ahora están por dar un nuevo paso: sumar reparto propio, con una camioneta que facilite la logística directa.
Desde una fábrica metalúrgica a una productora de bolsas ecológicas que ayudan a reducir el uso de plásticos. Bolsas Ecológicas es una historia que combina economía circular, industria nacional y visión emprendedora. Y que demuestra que, en tiempos difíciles, apostar a lo sustentable también puede ser un gran negocio.









