Popular celebración en la Misa de Inicio de Zafra

En un ámbito de reflexión y esperanza, Tabacal Agroindustria convocó a sus trabajadores, a la comunidad y a las autoridades de la región a participar de la Misa de Inicio de Zafra para hacer votos por una zafra productiva y en paz.

Como es tradición, la misa se celebró en la Parroquia Señor y Virgen del Milagro de Tabacal, donde el Obispo de Orán, Monseñor Gustavo Zanchetta, junto a los padres Rubén Gutiérrez, Horacio Urbano y el Fraile Martín Caserta, oficiaron la ceremonia y bendijeron las herramientas y maquinarias de trabajo para la zafra. Más de 1600 trabajadores de Tabacal Agroindustria fueron parte de la festividad religiosa y posteriormente, se realizó un encuentro popular con empanadas y choripanes, en larga mesa a lo largo de la calle principal del Pueblo Ingenio.El presidente de Tabacal Agroindustria, Hugo Rossi agradeció la presencia de las más de 1.600 personas, entre ellos trabajadores del campo, de la fábrica, depósito, administración y biofábrica, y sus familias, que comparten la esperanza de tener un ciclo productivo y en paz. En lo que consideró un año atípico, Rossi lamentó no poder anunciar la fecha de inicio de zafra debido a que “hasta el sábado pasado, tuvimos lluvias que impidieron que los equipos entren al campo. Esperamos que el clima no nos demore más y poder arrancar la semana próxima”.

Por su parte, en su homilía, Monseñor Zanchetta expresó que era grato compartir estos momentos “que son fuertes, porque nos referimos ni más ni menos que al trabajo” y agregó: “detrás de cada trabajador hay una familia entera que realiza su vida y proyecta su felicidad a partir de lo que se dé en este ámbito del Ingenio”. Recordó su impresión sobre Tabacal al llegar a la Diócesis de Orán para asumir el obispado: “enseguida me di cuenta de la importancia que tiene el Ingenio Tabacal en el desarrollo de la región, y cuántas personas distintamente relacionadas con él tienen un trabajo para ganar dignamente el sustento”. 

Luego compartió: “el sustento no es solamente el dinero con el cual podemos vivir” y subrayó la importancia del mismo desde la dignidad de las personas, porque “la persona que no tiene trabajo o que lo pierde se siente afectado en la posibilidad de ser feliz con lo que Dios le ha dado como capacidad”. Por otra parte, el obispo valorizó la diversidad, exhortando a convivir en las diferencias y a "tirar todos para el mismo lado", haciendo una apelación a la defensa del bien común, que en sus palabras es obligación de políticos y autoridades, del dirigente de empresa y del padre de familia, por igual. 

Fuente: Parte de prensa