Torrico: “Lo que uno quiere en la cárcel se consigue con los guardias”

Por si habían dudas de la existencia de una mafia dentro del penal de Villa Las Rosas, Marcelo Torrico, se encargó de despejarlas por completo. Así lo hizo ante el Tribunal de Impugnación, donde denunció otras graves irregularidades.

Policiales 16/12/2015

En el marco de un habeas corpus, una figura penal de la cual hizo uso y abuso a lo largo de su estadía en el penal de Villas Las Rosas, el 27 de noviembre pasado, Marcelo Alejandro Torrico denunció, ya en un rol de víctima, otras graves irregularidades dentro de la cárcel.

A días de que en una requisa en su celda se le secuestrara un celular con fotografías comprometedoras, algunas de las cuales este medio reveló de manera exclusiva, Torrico pidió una audiencia con el juez, Eduardo Barrionuevo, de la Sala II del Tribunal de Impugnación.

Para lograr que sea atendido, y como evidencia de ser un conocedor de las gestiones que pueden hacer un preso del penal para salir unas horas del encierro, Torrico anticipó que su pedido era para interponer un recurso de habeas corpus, un planteo que los jueces no suelen rechazar, pues nunca se descarta la posibilidad de que un reo denuncie alguna situación de riesgo.

No atender este tipo de planteo, y que después, el recluso aparezca herido o muerto, podría dejar al magistrado en una situación muy incómoda. Si a ello se suma el hecho de que tras el secuestro del celular, Torrico fue confinado en una celda de castigo en el pabellón “M”, suena lógico que echara mano de este planteo para poder salir del agobio carcelario, al cual -al parecer- no está acostumbrado.

Una mafia en el penal

Según fuentes del Tribunal de Impugnación a las que Informatesalta tuvo acceso, Torrico llegó a la Sala III alrededor de las 10 del 27 de noviembre pasado. Luego de unos minutos, y en presencia de su defensor, Eduardo Sángari, el doble homicida, se despachó. Primero, y para aclarar que no se trataba de un resentimiento afirmó: “El celular no es parte del reclamo”.

Pese a ello, el despecho lo venció, y agregó que por culpa del celular recibió una sanción de 10 días de castigo en el pabellón “M”. “Me tienen abandonado, en 17 años, nunca estuve ahí”, sostuvo de manera enfática, como si dicho confinamiento fuera un despropósito.

Acto seguido, Torrico exhibió sus brazos con rastros de una supuesta reacción alérgica y aseguró que pidió que lo lleven al médico, pero su petición no fue atendida, por lo que exigió la atención sanitaria y la medicación correspondiente.

Para reforzar su pedido, Torrico sostuvo que había solicitado la suspensión del castigo, pero a dos días de cumplir la sanción impuesta, no tuvo respuesta. De inmediato, sacó a relucir la verdadera razón por la cual solicitó que lo lleven ante el juez.

“Lucas Balcarce tiene tres celulares secuestrados y más de 30 días de castigo y se le suspendió el cumplimiento”, acusó. Para dejar en claro la existencia de una mafia dentro del penal promovida por el servicio penitenciario para obtener provecho de los reos, Torrico fue más allá y afirmó que “a Daniel Brandan (el hombre que lo acompañó en el asesinato de los hermanitos Melanie y Octavio Leguina) le secuestraron 15 teléfonos y no se hizo público”.

Por si eso no fuera poco, agregó que a Brandan se le perdonó la sanción “pese a haber reconocido que los alquilaba y tenía una especie de telecabina dentro del penal”. De esta manera, como quien saluda al pasar, Torrico cruzó una línea que muy posiblemente lo deje en una posición más que incómoda.

Al revelar que dentro del penal algunos reclusos regentean el uso de celulares a otros reos, actividad de la cual muy probablemente también era partícipe, pues poseía uno aparato telefónico de alta gama en su poder, Torrico ofreció a la justicia una cabeza más grande que la de él.

Para consolidar esta estrategia con la cual busca salir del centro de atención, Torrico volvió a quejarse porque no se le había levantado el castigo, tras lo cual denunció una grave irregularidad que reina en el penal de Villas Las Rosas. “Lo que uno quiere en el penal se consigue con los guardias, no hace falta que lo hagan las visitas”.

Esta frase fue letal, pues sumada a otras irregularidades que Torrico agregó durante la hora y media que estuvo en el Tribunal de Impugnación y de la cual todavía mucho que contar, obligan al magistrado a girar las actuaciones a la fiscalía penal de turno a fin de que se investigue a fondo las actividades ilícitas que se lleven a cabo dentro de los paredones de Villas Las Rosas.

Fuente: Informatesalta

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