Crisis de representatividad en taxis y remises: la manifestación que no fue
Existen más de 3.700 licencias en Salta, entre taxistas y remiseros, pero menos de 100 reclamaron ayer. Gremialistas con intereses oscuros, planteos confusos y manejos políticos que nada tienen que ver con la situación real del trabajador, llevaron a que la marcha pase casi desapercibida.
Primero fue uno de los gremios de taxistas el que convocaba a una marcha ayer por una serie de reclamos, poco claros por cierto. Pero luego se fueron acoplando los demás en lo que parecía más una pugna de poder o egos. Finalmente casi la totalidad de gremios y representaciones sindicales se habían unificado en cuanto a la fecha del reclamo, aunque cada uno presentaba planteos diferentes y hasta lugares de reclamo distintos.
Lo cierto es que lo que se pre anunciaba como una jornada “caótica” para el tránsito, porque taxistas y remiseros se iban a movilizar, pasó sin pena ni gloria, a pesar de la unión de todas las asociaciones que dicen representar a los trabajadores del volante, propio e impropio.
Convocaban ayer la Cámara de Propietarios de Taxis representados por Juan Manuel Crespo; la Federación de Conductores de Taxis, representados por Raúl Saldaño; el Sindicato de Peones de Taxis (SiPeTax), representados por Alfredo Carrizo; la Agrupación 28 de Octubre, representados por Joaquín Salvatierra; mientras que por el lado de los remiseros quien convocaba era el Grupo de Autoconvocados UCAIRRA; la Unión de Conductores de Autos al Instante y Remises de la República Argentina, representados por Sergio Salinas; y Cooperativa Don Omar.
Es decir estaban todos. Pero todos los gremialistas, no los trabajadores.
Porque en el balance, en la protesta de ayer se contabilizaron según cifras oficiales, tan sólo 68 taxis y 30 remises, cuando suman más de 3700 en conjunto.
Gremialistas si, trabajadores no
Esto muestra a las claras el fracaso total de la convocatoria y el poco peso que tienen sobre las bases gremialistas que sólo miran sus intereses personales. Para nada se preocupan realmente en la difícil situación económica del conductor, que pasa horas arriba del vehículo para poder mantener a su familia con lo recaudado cada día.
Como ocurre en otros sectores, los representantes gremiales de taxistas y remiseros cayeron en el descreimiento. Parece ser que sólo les interesa mantenerse, enriquecerse y permanecer amparados por el calor de algún que otro dirigente político que alienta el malestar y el descontento.
Y uno de los apuntados ayer fue José Ibarra, el senador de Guachipas y referente en Buenos Aires de los taxistas, señalado como el “organizador” de todo lo que pasó. Según dicen, era quien definía quien entraba y quien no a una reunión en la Legislatura. Y sería quien, a pesar de haber hecho poco y nada por el sector acá en Salta, actúa a través de sobre todo Carrizo y Saldaño para satisfacer sus intereses políticos.