#Bicentenario: entre la alegría y el compromiso

¡Festejemos, argentinos! ¡La Patria celebra 200 años! ¿Qué mejor motivo para salir a las calles y coronar un hecho único e irrepetible? Pensemos que tenemos la dicha de ser los merecedores de vivir un festejo que jamás volverá a pasar.

Opinión 09/07/2016 Lic. Juan Anachuri Macías Lic. Juan Anachuri Macías

¡200 años! ¿Quién lo iba a pensar? Parece tan lejano cuando lo leemos desde los manuales de historia en nuestros colegios, pero cierto es que cumplimos los 2 siglos desde que el Congreso de Tucumán de 1816 sancionó la tan ansiada Independencia, aquella que todos hoy tenemos la dicha de seguir disfrutando.

Es cierto, a lo largo de estos dos siglos, han pasado cientos de cosas, muchas de ellas malas y terribles, pero es el Bicentenario una oportunidad especial para reflexionar y gloriarnos con los laureles "que supimos conseguir", que nos dan la dicha y la alegría de ser una inspiración para alcanzar nuevas metas, logros y éxitos.

¿Por qué celebrar el Bicentenario? Porque es la primera vez que festejaremos un aniversario tan importante para nuestro 9 de Julio: para el Centenario de 1916, Argentina se vio condicionada por la Primera Guerra Mundial, las celebraciones fueron austeras, sin brillo, y sin la participación de Victorino de la Plaza, entonces presidente de la República, de los actos en Tucumán. Para 1966, el país transitaba las primeras semanas de la Revolución Argentina, y si bien el presidente de facto Juan Carlos Onganía estuvo en el Jardín de la República, está demás decir que el panorama no se prestó a celebrar.

Así hoy, doscientos años después, es el momento en que nosotros subsanemos esa deuda pendiente para la fecha más importante de nuestra historia, para el hito que marcó un antes y un después. Por tanto, ¿qué esperamos? ¡Saquemos nuestras banderas, que estén en el frente de nuestras casas, que las escaparelas luzcan en nuestros pechos y cantemos como corresponde nuestras marchas patrióticas!.

No obstante, el Bicentenario debe ser, del mismo modo, una invitación a una reflexión histórica, junto a un exhaustivo examen de conciencia, donde cada uno de los argentinos pensemos cómo trabajamos por nuestra nación, de qué modo colaboramos para la construcción de nuestro pais y qué nuevos laureles podemos cosechar para honrar a nuestra Patria, la más gloriosa y amada de todas.

Dios nos ha dado la dicha de vivir en un suelo tan bendito en este momento; no estuvimos para el Centenario, tampoco estaremos para el Tricentenario, por lo tanto debemos cumplir nuestro deber inmediato, de escribir esta página de la historia, que nos alcanza una pluma con la cual dejar nuestros nombres en sus páginas. La Argentina es un drama, pero también una aventura. Está en nosotros recordar nuestra historia, nutrirnos de ella y celebrar la hora más gloriosa: el Bicentenario de la Independencia.

¡Viva la Patria!

Para: InformateSalta

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