Historias de vida: Cómo pasan sus días los habitantes de Rivadavia Banda Sur

Pedro, Victoria y Fabiana, vecinos de La Unión, describieron en primera persona como es vivir en el campo. Una realidad totalmente distinta a la ciudad. Conocé a cada uno de ellos en esta nota. VIDEO.

Sociedad 29/01/2019
Rivadavia Banda Sur

En el marco de las acciones que realiza PAMI Salta en el paraje La Unión, en Rivadavia Banda Sur, desde InformateSalta aprovechamos para conocer como es la vida en esa zona de la provincia y para ello conversamos con tres vecinos del lugar.

El primero en dar su testimonio fue Pedro, un hombre de 74 años, quien contó que se dedica a criar animales en una finca. “Aquí la vida es muy cálida, ahora está ardiendo con el sol. Nos levantamos a las 5 de la mañana a tomar el té y ya se sale a trabajar. Cuando el tiempo es fresco es lindo, uno anda todo el día,” dijo.

Su edad no le impide seguir realizando tareas todos los días, lo hace junto a sus dos hijos, quienes pese a tener su propia familia, no dejan de estar a su lado. El mate y las hojas de coca, también una compañía infaltable.

Aunque reconoció que la vida de campo es muy sacrificada, aseguró que nunca la cambaría para vivir en la ciudad. “Es más tranquilo, más callado, más silencio, mucho mejor. Aquí no hay peligro de nada, uno puede dormir la siesta donde quiera en el monte,” expresó.

A su turno, Victoria, una mujer de 66 años, manifestó que se dedica al cuidado de gallinas. “Me levanto a las 6, algunas veces cuando no me duermo, me pongo a mirar tele algunas veces. Me voy a dormir a las 11,” indicó.

La señora, quien ahora también tiene un ternerito a su cargo, vive solo junto a su esposa, con quien decidió caminar de la mano ya grandes, y nunca tuvo hijos. “Hasta los 60 años viví en el campo y cuando quedé solita me vine a mi casa y justo me junté con el señor este y vivimos tranquilos y felices,” contó.

Finalmente, Fabiana, es costurera, cose y realiza todo tipo de arreglos de ropa desde hace 5 años. Incuso trabaja con los uniformes del personal del hospital y también de los niños que asisten a las escuelas de la zona. “Practiqué yo sola, nadie me enseñó, es mejor así. Mucho, muchos clientes tengo,” explicó.

 

 

 

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