¡Alerta, ludopatía! En Salta hay jóvenes que ya piden la autoexclusión a casinos

Más allá de la diversión que se propone y los momentos de divertimento en sus salas, problema no menor que se genera en muchas personas es la ludopatía, el vicio o adicción al juego de azar que no es menor en Salta, con cientos de personas pidiendo la autoexclusión de estas casas de apuestas.

Sobre esta problemática se manifestó la licenciada en Psicología Gabriela Torres, del Ente Regulador de Juegos de Azar, quien en diálogo con FM Aries comentó los detalles de la asistencia que brindan, como ser mediante el Programa de Juego Responsable, el cual tiene casi 15 años.

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“Ofrecemos un servicio de 0-800 donde la persona que siente que pierde el control sobre su forma de jugar, de apostar, nos puede llamar, a veces recibimos demanda espontánea”, comentó sobre los contactos para brindar ayuda a los ludópatas, contando entre otras opciones con el registro de autoexcluidos, donde las personas pueden pedir que se excluya su ingreso por un año de las alas de apuestas.

“Nosotros chequeamos cuánto hace que juega y a qué tipos de apuestas, porque no siempre es en lo legal, lo más preocupante es cuando se apuesta de forma ilegal”, enfatizó la licenciada recordando que esa práctica es ilegal y está una contravención en Salta, más tras la pandemia donde se proliferaron los juegos ilegales en las plataformas.

Volviendo al registro, comentó que al momento hay entre 1630 y 1640 personas anotadas, número que se divide entre los que ya pidieron su autoexclusión, que está activa y quienes ya pidieron su baja tras un año, que también pueden requerir volver a entrar. Dato no menor es que “empezamos a ver en este último año y medio chicos de 19 y 20 años que han pedido la autoexclusión”.

“Ni la felicidad, ni millones de dólares, están a un click de distancia”

Recordando que la adicción al juego está asociada a otros consumos, la licenciada comentó que aquí debe haber un acompañamiento al ludópata, como también tener hábitos acordes a esto que busca ser un espacio de distracción, sobre todo al autocontrol al igual que en otras prácticas, juegos o diversiones.