Corazón solidario: Salteño armó un “kit” para proteger del frío a los “sin techo”

Cuando la necesidad llama, él acude sin pensarlo. Se trata de Carlos “Sonic” González, a quien se le ha hecho una sana costumbre ayudar a los que menos tienen. Tras llevar donaciones al norte provincial y a los afectados por el temporal en Guachipas, esta vez, puso su corazón en los “sin techo” e inmediatamente se propuso ayudarlos.

Con el objetivo en mente de protegerlos de las bajas temperaturas que se registraron en los últimos días, decidió armar un "kit" contra frío que cuenta con una manta polar, una almohadita, 3 alfajores y 3 sándwiches de jamón y queso. “No es mucho pero es una pequeña ayuda que le vamos a acercar a la gente que está sin hogar y pasa las noches frías en la intemperie”, expresó.

“¿Ya empezaron a sentir ese frío que no te da ganas ni de levantarte? Imaginen esa gente que no tiene un techo y duerme en la peatonal”

¿Cómo lo hizo? Desbordado por la necesidad indomable de ayudar, y en conjunto con muchas almas solidarias, que conocen de sus buenas intenciones, y deciden acompañarlo cada vez que emprende una nueva campaña. “Sin ustedes, los que confían en mi para hacer estas movidas, no se podrían llevar que cabo”, sostiene reconociendo el esfuerzo de todos. 

Él mismo se encargó de armar las bolsas, una amiga le preparó las almohadas y otra cosió las mantas, y el sábado, cuando el termómetro marcaba seis grados, salió a repartirlas. Fue a la peatonal, donde sabía que estaban esos viejos conocidos que seguían durmiendo en las puertas de los negocios y galerías con el piso como cama y el cielo como techo. Armó 15, y esa noche las dio todas.

 "No solo logramos combatir el frío, sino un poco el hambre también"

La campaña tuvo una amplía repercusión, y lejos de quedarse con los elogios pasajeros, decidió redoblar la apuesta e ir por más. Los que quieran ayudar pueden hacerlo con  colchas, mantas y frazadas que ya no usen. Y también con dinero que se utilizará para comprar telas para hacer más mantas polares.

Por último, aclaró que no busca ningún reconocimiento, sino solo el regocijo de irse a dormir sabiendo que otros también podrán hacerlo, aunque sea un poco más abrigados, y con algo en el estómago. “Me faltan las palabras para agradecerles a ustedes que me ayudan en cada una de las colectas que realizo. Eternamente agradecido”, finalizó.