Liderar ante las crisis, sin perder el propósito

Reflexionar sobre nuestros propósitos en la vida, como personas y empresarios, nos ayuda a encontrar fuerza, motivación y voluntad en momentos de incertidumbre. Este proceso de reflexión que acostumbramos a tener de manera individual y privada, debemos aplicarlo hoy en nuestra organización con el objetivo de sobrellevar este difícil momento.

Sociedad 22/06/2020
liderar en crisis

De esta forma, podremos ver el presente con más esperanza y encontrar las estrategias adecuadas para convertir las dificultades que estamos pasando en oportunidades para mejorar y crecer. 

Siempre que hablo sobre la importancia del propósito recuerdo la siguiente cita de Viktor Frankl en su libro El hombre en búsqueda de sentido: “No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida”. 

Por supuesto, la realidad que aborda el autor (de un campo de concentración) es mucho más difícil que la que atravesamos hoy, pero su enseñanza sobre la importancia de tener presente cuál es la tarea que tenemos en la vida como motor para modelar la actitud con la que enfrentemos los problemas, es aplicable a cualquier momento en el que sentimos que todo está perdido, que no tenemos ánimo para continuar esforzándonos, y sobre todo, para aquellos momentos en los que las razones de los problemas son externas a nosotros mismos. 

En este sentido estoy convencido que es a través del trabajo, donde el ser humano manifiesta su capacidad creadora, el poder de dejar una huella a través de lo que hace, ya sea con su intelecto o sus manos. Por ende, encontrar nuestra “tarea en la vida” y comprometernos con ella nos ayudará a darle sentido a nuestra existencia, sentir que estamos colaborando con el Universo y que vamos a dejar un legado (que en muchos casos se transmite de generación en generación).

En este momento, no podemos controlar las causas y no sabemos con exactitud cuándo se retomará todas las actividades con normalidad. Pero lo que sí podemos hacer tener la capacidad de reconectar con nuestra misión, ya sea como empleados o empresarios e indagar sobre la razón de ser de nuestro propio trabajo en ella, para que cualquier paso que demos esté alineado con nuestro propósito.

Liderazgo frente a la realidad que hoy atravesamos

Para conectar con nuestra misión empresarial, preguntémonos ¿Qué es lo que le estamos aportando a la sociedad? y evaluemos nuestro rendimiento desde otro lugar mucho más integral porque las empresas no son solo generadoras de capital y trabajo, también existen para responder a necesidades de las personas y mejorar su calidad de vida a través de los productos o servicios por los que trabajamos. Propongo entonces que hagamos el ejercicio de averiguar, ante cualquier paso nuevo que estemos dando, cómo se relaciona con nuestro propósito principal y visualicemos qué futuro queremos, ya que por más incierto que hoy nos parezca, en cada decisión que tomamos día a día estamos avanzando en un determinado sentido.

El papel de las empresas familiares y el legado

Las empresas familiares somos parte importante ya que estamos reconfigurando la manera en la que se construye la economía y el mercado: el 90% de las empresas del mundo son empresas familiares y en ese sentido el papel que jugamos dentro de la sociedad es ponderable, por eso es importante que seamos capaces de destinar parte de nuestros recursos y esfuerzos en aquellos objetivos de largo alcance ya que nuestro compromiso también es social.

De hecho, ya tenemos un sentido social desde nuestra base fundacional, porque hacer parte de empresas familiares ya implica un propósito a largo plazo: tenemos un legado que cuidar y cuando hablo de legado no me refiero a bienes o activos, sino a un legado de valores, una actitud, una forma de ver las cosas que no termina cuando acaba una jornada laboral. Por eso a los que formamos parte de una empresa familiar nos toca no sólo defender un patrimonio, sino también el honor y reputación de un apellido.

Finalmente, además de recordar cuál es nuestro propósito y el compromiso con el legado familiar, es crucial que podamos contar a nuestros clientes y consumidores finales las decisiones y cambios que accionemos en estos momentos. Poder comunicarles que es lo que estamos haciendo y el porqué de nuestras decisiones, ayudará a que nuestros clientes reconozcan nuestros valores, que nos sigan eligiendo y porque no “bancándonos” en los momentos difíciles

 Sobre el autor: Eduardo Zbikoski es Director Ejecutivo del Grupo Metropol.

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