Una pareja aprovechó el fin de semana largo para ir a pasar un buen momento en Campo Quijano, cuando volvían a su casa en Capital, en la tarde-noche de ayer, se “tragaron” un pozo gigante y casi imposible de esquivar, en la ruta que se conecta con Circunvalación Oeste.
Según contaron a InformateSalta, por el impacto, dos de las ruedas del lado del acompañante se reventaron, afortunadamente no perdieron el control y pudieron orillar el vehículo pero ahí comenzó una verdadera odisea.
Los damnificados tenían que cambiar las dos gomas, prácticamente nuevas, para poder seguir su camino, una quedó inutilizable y la otra están tratando de recauchutarla; y obviamente tenían una sola rueda de auxilio, por lo que su hija debió conseguir una segunda y acercárselas hasta el lugar. Además, como era feriado, no conseguían una gomería abierta.
El hombre que manejaba no iba a alta velocidad pero no pudo esquivar el pozo porque no había ninguna señalización que indicara el bache de grandes dimensiones y también porque cómo se puede apreciar en las fotografías, es casi imposible esquivarlo sin involucrar al menos uno de los neumáticos.
Esta historia terminó bien, por suerte no resultaron con heridas, pudieron solucionar el problema y regresar su hogar, pero en caso de que no se tomen cartas en el asunto puede llegar a ocurrir un accidente verdaderamente grave. Llamado de atención para Vialidad.