Fue a comienzos de semana cuando, desde el norte de la provincia, se conocía la medida de fuerza que estaban realizando trabajadores del hospital Juan Domingo Perón, en la ciudad de Tartagal, alrededor de 50 monotributistas quienes pedían que les paguen los sueldos adeudados, al cobrar desde enero.
No obstante, la situación que se estaría viviendo en el nosocomio tartagalense sería aún más preocupante, con diferentes carencias que está atravesando, con el gasto de fondos propios para pagar los sueldos adeudados en el margen de lo posible y la falta de nombramientos. Así lo aseguró su gerente, el doctor Santiago Payo.
“Vine pagando los sueldos con recursos que el hospital maneja por el pago de obras sociales, nunca se me mandó recursos para pagar a esta gente; pagué enero y en febrero ya fue imposible, llegamos a pagar el 50% y ya no tengo recursos, vengo pidiendo que se los nombre porque son indispensables”, manifestó el profesional al Nuevo Diario.
En cuanto al personal, dijo que al asumir la gestión del hospital heredó cerca de 50 trabajadores, entre ellos mucamas, personal de maestranza, camilleros, enfermeros, técnicos radiólogos y de laboratorio, instrumentadores de quirófano, que calificó como “fundamentales” para el nosocomio. A su vez en su mandato debió incorporar más gente para sostener el funcionamiento. “Se trata de gente sin la cual no puede funcionar un hospital”, aseveró Payo.
Aquí se permitió hacer un comentario crítico hacia las autoridades del Ministerio de Salud: “Todos miran para el costado y nadie quiere hacerse cargo; yo soy el gerente del hospital de Tartagal, que depende de la provincia, no soy un hospital de autogestión de recursos que puede hacer contratos, yo no estoy autorizado a hacer contratos”.
“Las ollas del hospital están todas sin fondo, están todas raspadas”
Sin embargo Payo se animó a declarar las complicaciones de fondos y de personal que estaría atravesando el nosocomio cabecera de la ciudad tartagalense. “No tengo servicio de cirugía hace 18 meses y tengo un médico que me hace la prestación de la emergencia que la tengo que pagar, son cerca de $300.000 de cirugía al mínimo valor que se paga; gracias a eso no derivamos emergencias, a un tipo que ingresa con un tiro en el pecho no se lo puede derivar”, contó primeramente.
Con respecto al recurso humano, dijo que a su hospital no le designaron profesionales médicos, los residentes que se recibieron en Tartagal van a trabajar a los hospitales de la Capital y cirujanos que no llegan a regularizar su situación laboral, se van y no regresan, sin dejar de lado que a fin de año se jubilan 11 de los 52 médicos.
“En el hospital de Tartagal lo único que abunda es la escasez”