La muerte del ladrón, conocido en Santa Fe como "el Hombre Araña", dejó al descubierto el flagelo que la droga ejerce en diferentes sectores sociales. Daniel Gómez, hermano de Leonardo Gómez quien murió el sábado pasado a la madrugada luego de caer desde un edificio ubicado en calle Suipacha al 2900, pidió perdón a todas las víctimas de su hermano y aseguró que la droga se lo llevó.
"Está descansando en paz. Aparte de mi hermano, era como mi hijo", relató el hermano mayor de Leonardo y de otros cuatro. Los seis hermanos se criaron junto a su madre y desde siempre viven de la venta ambulante. A pesar de los esfuerzos de la familia para alejarlo de las adicciones, los últimos años de vida de Leonardo estuvieron marcados por la presencia de la droga.
"La adicción es lo que se llevó a mi hermano. Nosotros siempre fuimos conscientes, él nunca se dejó ayudar, sé que le hizo mucho daño a la gente".
Sobre el final que tuvo su hermano, Daniel aseguró que era algo que preveían. "Tuvo una recaída muy fuerte. Yo lo llevaba a trabajar conmigo, para que se distrajera, pero él solo quería plata para drogarse", recordó en diálogo con Luis Mino en el programa Ahora Vengo.
"Primeramente, quiero pedirle disculpas a la gente a la que le hizo daño económicamente, porque nunca dañó a nadie. Él robaba para drogarse y no le importaba a quién, por eso hizo tantas macanas en el barrio y en el centro. Y yo personalmente quería pedirle disculpas en nombre de mi hermano a toda esa gente", relató el joven a Aire de Santa Fe.
La madre de Leonardo se sumó, conmocionada y con palabras entrecortadas. "En memoria de mi hijo le pido perdón a toda la gente que le hizo daño, y espero que sepan comprender el dolor que esta situación genera".
Difícil infancia
El problema de adicciones de Leonardo no era nuevo para la familia. "Nosotros nos criamos en la calle, por necesidad tuvimos que salir a vender en el centro. Él eligió el camino de las drogas, del cual es difícil salir", sostuvo Daniel, que era consciente de que la elección de su hermano lo llevó a delinquir. "Conseguir plata para su adicción era lo único que quería para drogarse", agregó con dolor en su voz el entrevistado que se dedica a la venta ambulante en la zona de la Terminal de Ómnibus de la ciudad.
A medida que avanzaba el diálogo, los mensajes de reconocimiento y afecto hacia la figura de Daniel no tardaron en llegar. Desde hace 25 años, el joven trabaja en la zona de la Terminal de Ómnibus: desde las 19 hasta las tres de la madrugada, se aboca a la venta de alfajores y obleas para llevar la comida a su familia.
"Se robó hasta las ollas"
Humilde y trabajadora, con estas dos palabras Daniel definió a su familia que puso sobre la mesa todas las herramientas que tenía a su alcance para sacar a Leonardo de las drogas. Sin embargo, él rechazaba todo intento por salvarlo, fue en esos intentos en los que llegó a robar elementos de su casa para poder comprarse drogas. "Se llevó ollas, manteles, e incluso ropa", enumeró con tristeza. "Lo llegué a denunciar para no hacerle daño físicamente. No me quedaba otra porque el estaba totalmente perdido", agregó Daniel.
Consumía paco
Ajeno a las sustancias que su hermano consumía, Daniel no dudó al afirmar que tomaba "de todo". Hace tres años, las hermanas de Leonardo entraron a su dormitorio para limpiarlo, en el lugar encontraron una gran cantidad de encendedores. "No sé qué hacen con eso, no sé si lo inhala. Los chicos están tan perdidos que se drogan con cualquier cosa. Hemos encontrado elementos inexplicables en su habitación", agregó y aseguró que su hermano, a pesar de contar con todas las comodidades en su hogar, prefería vivir en la calle.
Daniel sostuvo que los últimos meses de consumo de Leonardo estuvieron marcados por el paco y la ausencia del Estado. "La última vez que mi hermano salió de la cárcel, nadie lo contuvo, estuvo dos meses son firmar la condicional y nadie vino a controlar si estaba acá", contó.
Testimonio de una de las víctimas de los robos
Natalia, víctima de uno de los robos protagonizados por Leonardo, se contactó con el programa para brindar apoyo a su familia. Al aire y en contacto con Daniel, reconoció la dificultad que genera luchar contra las adicciones. "No es nada fácil, Me conmueve y espero no tener nunca un familiar con adicción porque entiendo que no es algo fácil. Uno tira siempre la responsabilidad en la familia, pero el estado está ausente. Ojalá su familia tenga tranquilidad", sostuvo la oyente.
En este breve, pero emotivo intercambio, Daniel le pidió disculpas de parte de su familia y agradeció las palabras de Natalia. "Es como decís, tenemos un Estado ausente, hay muchas familias sufridas, estamos muy solos. Lo que pasa con el tema de la droga es que se mueven con total impunidad", reiteró el joven a AiredeSantaFe.
Daniel describió a su hermano como un excelente padre y hermano de gran corazón. Sin embargo, recalcó que no se dejaba ayudar. Tanto su madre como su hija, de 16 años, se veían obligadas a buscarlo en la plaza del Soldado para poder verlo unos minutos. "Yo era muy fervoroso, yo no lo quería perder, porque sabía que estaba encaminado a lo que pasó", reflexionó