Barrio Unión: el “Joni” arrasaba con todo en cada saqueo, se llevaba hasta los corpiños
Policiales15/03/2023InformateSaltaSin dudas, Carlos Jonatan Valdez, conocido como “el Joni”, alcanzó gran fama en la zona norte por sus saqueos exprés, más precisamente en el barrio Unión. Es que en un abrir y cerrar de ojos, este joven ladrón, de 24 años, te hacía desaparecer lo que encontrara de valor a su paso, en especial teléfonos celulares y hasta corpiños.
En el relato de 20 denuncias que existen en su contra por robos cometidos, entre el 10 de diciembre de 2022 y el lunes pasado, todos los damnificados coinciden en que el saqueo fue sorpresivo y en cuestión de minutos; solo algunos llegaron a verlo huir con el botín, mientras que el resto sabía que fue el “Joni” porque sus vecinos lo vieron entrar y salir con sus pertenencias.
Dado que gozaba de cierta protección por parte de la patota conocida como “Los de la calle 5”, los vecinos, muchos de ellos testigo directos de los saqueos, pedían no ser involucrados en las actuaciones judiciales, pues tenían temor de represalias de dicha banda.
Aunque ninguno de los denunciantes lo vio venir, en el barrio ya todos se ponían en alerta, cuando Valdez y su pareja aparecían detrás de un coche de bebé, en el que casi siempre no había ninguna criatura, sino se trataba de una pantalla utilizada para guardar allí los bienes que robaban.
En pocas ocasiones, según surge de las denuncias, Valdez solía utilizar un arma blanca, por preferencia cuchillo, para sus robos. Y lo hacía, por lo general, contra mujeres o jovencitos, a quienes le sustraía los teléfonos celulares.
En varios relatos, los damnificados contaron que le dieron el teléfono a sus hijos menores para que jueguen un rato o se distraigan, pero apenas salían a la vereda, escuchaban gritos que solo anunciaban lo peor: el “Joni” paso y les robó el celu.
En un caso, incluso, un vecino contó que estaba dentro de su casa, descansaba en su cama, cuando Valdez metió la mano por la ventana e intentó llevarse su celular, el que, pese a que estaba dormido, aún mantenía aferrado en su mano. Al sentir el tirón, se despertó y pudo ver al “Joni” escapándose.
Modalidad
En otros casos, las denuncias revelan el uso de violencia para abrir las puertas o portones de acceso de las casas saqueadas. Una vez adentro, hacía un rápido paneo y elegía rápidamente su botín, para luego emprender la fuga por el frente o por la retaguardia.
En la lista de objetos robados que la Fiscalía Penal 1, a cargo del fiscal Pablo Paz, le dio a los policías que realizaron allanamientos en busca de recuperar dichos bienes, aparecen en primer término teléfonos celulares, una garrafa, una maquina de cortar pasto, un secarropas, bolso con herramientas, una bicicleta roja, una moto guadaña, zapatillas y 5 docenas de corpiños.
Al respecto, y según surge del legajo de investigación, el 13 de febrero pasado, el acusado, alrededor de las 21.30, sorprendió a un vecino en la esquina de la avenida Del Milagro y calle 5. La víctima iba en bicicleta, cuando Valdez apareció por detrás y le sustrajo una bolsa, en la cual tenía los corpiños, los que terminaron en manos de varias vecinas que renovaron su ajuar.
Entre las 20 denuncias radicadas en contra de Valdez, detenido este lunes a raíz de un pedido del fiscal Paz, aparecen hechos cometidos en tres comercios, desde donde este joven ladrón se llevó un botín de mayor valor, ya sea en dinero, o bien, en distintos bienes.
El de mayor magnitud ocurrió el 2 de febrero pasado, a las 12.30, cuando un empleado descargaba arena en un corralón ubicado en el barrio Juan Pablo II, circunstancias en que Valdez se hizo presente y se apoderó de una mochila que la víctima tenía en el camión, como así también la de su compañero.
En este caso el botín fue 7 mil pesos, auricular inalámbrico, un celular, un cargador de celular color blanco, ropa de trabajo y prendas de vestir varias, equipo de mate, y una caja de primeros auxilios. De otro comercio, de venta de comestibles, Valdez se llevó otros 5 mil pesos y varios elementos de limpieza.
De toda la gama de objetos robados que fueron denunciados, además de las cinco docenas de corpiños, la que menos le debe haber servido debe haber sido un Código Procesal Penal, ejemplar que le sustrajo a un vecino; tal vez de haberle pegado una leída, hoy Joni podría saber, al menos, que es lo que le espera.