Falleció Jalil Abdenur, el padre del cine en Salta

El empresario salteño Honorio Jalil Abdenur, dueño del tradicional Cine Ópera, falleció hoy a los 80 años. Había sido reconoció el año pasado como Personalidad Destacada por la Municipalidad.

Sociedad 06/08/2013

Honorio Jalil Abdenur, dueño del tradicional Cine Ópera, había sido un reconocido empresario. A tal punto que el año pasado recibió una placa de reconocimiento por el trabajo conjunto que realiza con la Municipalidad, habilitando las salas del Cine Ópera para el programa “Proyectando fantasías”.

"Es muy importante la labor que usted desempeña y su compromiso como empresario”, había dicho el intendente Miguel Isa a la hora de la entrega del decreto.

Honorio Jalil Abdenur es la historia del cine en SaltaAsí contó su trayectoria el propio empresario: El primero fue el Cine Rex, después llegó el Cine Teatro Opera, que se inauguró en el año 1977. Las dos salas nacieron de la mano de Don Honorio y todos los salteños disfrutamos de una película en alguna de ellas.

Honorio tenía un cine en La Quiaca, provincia de Jujuy. Poco tiempo después desembarcó con la novedad en Rosario de Lerma. “Cuando llegué había una sala abandonada. La compré, la refaccioné y comenzamos a proyectar películas”, recuerda el fundador del cine Ópera. Se llamaba Cine Lerma y fue el primero en el norte en proyectar con lámpara de Xenon, porque antes se proyectaba con carbones. “La gente viajaba de Salta a Rosario de Lerma para ver una buena película”, cuenta Abdenur. Mientras trabajaba en Rosario de Lerma iba construyendo el cine Rex en Capital. “Este cine abrió en el año 1974 y la primera película que pasó fue Cabaret”, contó.

Después llegó el Cine Teatro Opera. A diferencia del Rex, el cine Opera también era teatro. “Queríamos darle un impulso a esta disciplina en Salta”, aseguró Honorio. El cine teatro Opera sigue abierto. Funciona en el centro de la ciudad. “La competencia es muy fuerte pero la gente del centro no deja de concurrir a nuestra sala”. Además se dictan talleres de teatro para escolares con el fin de fomentar la actividad.

Después de inaugurar el cine Opera, Honorio viajó a Tucumán con la intención de extender su empresa al Jardín de la Republica. Como todo lo que se propuso, lo logró un año después, cuando inauguró el cine Atlas. El nombre leído al revés significa Salta. “Lo puse así porque los tucumanos no querían mucho a los salteños y para no chocar con el público le puse Atlas”, señaló. Actualmente la sala funciona en la sala del ex cine Capital, en Tucumán.

El empresario salteño asegura que su afición por el cine nació de niño. “Tenía una barra de amigos y hacíamos cine para el pueblo de Santa Catalina, Jujuy. A los 16 años compré una maquinita que proyectaba con dibujos en papel”. “Era un aparato muy precario, de dos movimientos”. Las funciones se realizaban en el salón municipal.

“El cine es mi vida”, dice don Honorio con ojos llenos de lágrimas. “Aunque pasen los años, el cine va continuar, el cine nunca muere”. El empresario se emociona tanto como cuando un padre habla orgulloso de su hijo. No es para menos, estamos hablando del padre del cine en Salta.

Fuente: www.informatesalta.com.ar

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