El 12 de diciembre de 2022, una mujer denunció que su expareja se había presentado en el inquilinato en el que vivía y la había amenazado.
En sede fiscal, la mujer, de 20 años, contó que, entre junio y diciembre de 2022 había sido víctima de abusos sexuales y violencia de género por parte del hombre. Esto motivó su decisión de huir y alquilar una habitación para vivir.
Explicó que el hombre no aceptaba el fin de la relación y presentó en la pensión en la que residía, generado disturbios. Incluso llegó a amenazarla con la intención de que regresara al domicilio que compartían.
El sujeto, de 30 años, fue condenado a nueve años de prisión de ejecución efectiva por los delitos de amenaza simple, lesiones agravadas por existir relación de pareja y mediar violencia de género, abuso sexual con acceso carnal (3 hechos) y coacción, en concurso real.