Mantener un hogar en condiciones es fundamental en términos de comodidad, confort, estética, ahorro de dinero y salud. No siempre es posible hacerlo todo, pero seguro que con estos consejos será mucho más fácil encontrar soluciones.
1. Organiza tu rutina de limpieza
Sin organización no hay nada. Aunque la casa sea grande, siempre es posible limpiarla desde todos los costados posibles, si se realiza una rutina de limpieza.
Se pueden establecer objetivos diarios, semanales o mensuales, y seguro que a largo plazo la salud de la familia lo agradecerá.
2. Limpieza profunda de superficies
Las superficies de mayor uso suelen ser un foco de bacterias y gérmenes. También son las que más deterioro pueden sufrir.
Por eso, utilizar productos adecuados para prevenir el deterioro y también para desinfectar correctamente mesas, encimeras, estanterías, y hacerlo regularmente, será lo recomendado.
3. Ventilación adecuada
El aire estancado es un foco para que proliferen los patógenos. Abrir regularmente las puertas y ventanas, al menos una vez por día durante unas 3 horas, será suficiente.
Con ello, se renueva el aire en el interior de los hogares, pero también se evita que aparezcan problemas como la humedad, el mal olor y se formen microorganismos que puedan dañar la salud de las personas.
4. Lavado de tinacos y cisternas
El acceso al agua potable siempre es prioridad en todos los hogares. De la misma forma, es prioritario contar con un servicio profesional de lavado de tinacos y cisternas para cuando es necesario garantizar también la salud y la higiene.
Los tinacos y las cisternas son depósitos de agua que si bien requieren poco mantenimiento, de vez en cuando es recomendable invertir en él. Las razones pueden ser la calidad del agua en determinados lugares, lo que hace que se acumule suciedad en el fondo de estos depósitos; que el agua haya comenzado a tener un mal olor o sabor, o que generalmente se quiera cumplir con un calendario de limpieza. Contratar profesionales permite tener soluciones eficaces, seguras y en poco tiempo.
5. Limpieza de salas
Gran parte de la vida diaria ocurre en la sala de estar. Por esa razón, un servicio profesional de lavado de salas puede resultar útil para quienes no tienen tiempo o que, por otro lado, quieren que la sala siempre luzca como Dios manda.
Y es que limpiar la sala no sólo implica paredes o suelos. También implica muebles de madera, sofás y otros tantos objetos. Cada uno, requiriendo de técnicas de limpieza especializadas para no dañar los materiales y para que la desinfección sea total.
Una sala limpia conlleva mucho esfuerzo. Por ende, contratar a profesionales en el área puede ser una mejor opción.
6. Lavado de alfombras
Las alfombras o los tapetes pueden convertirse en un foco importante de suciedad y polvo, en el hogar de bacterias, hongos y ácaros. Por eso, el lavado de alfombras recurrente es una alternativa viable.
Si bien un mantenimiento básico de las alfombras consiste en el aspirado de las mismas, en ocasiones se requiere de soluciones de mayor envergadura. Esto es así porque los alérgenos y demás microorganismos pueden resistir al aspirado, pero no a la desinfección utilizando productos profesionales.
Las alfombras, aparte de decorar los espacios, deben ser seguras para su disfrute total.
7. Lavado de colchones
La higiene de los colchones, llegado un determinado momento, termina influyendo en la calidad del sueño de las personas. Por eso, periódicamente se debe realizar un lavado de colchones.
Siempre dependerá del material de fabricación de los mismos, de los agentes externos o de las condiciones climáticas del lugar donde se resida, pero realizar lavados frecuentes puede ser suficiente para mantener un ambiente de descanso seguro en términos de salud.
Como se ha podido ver, con unos sencillos tips y hábitos de limpieza accesibles es posible garantizar la higiene y el confort del hogar y, además de eso, la salud de todas las personas que en él residen.
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