Mientras los chicos disfrutan los últimos días de sus vacaciones, los padres ya están recorriendo el centro salteño para hacer las compras de todo lo que sus hijos necesiten para comenzar el próximo 26 de febrero las clases, mientras hacen cuentas para afrontar los costos.
En medio de los cálculos para comprar lo necesario, vestir a un estudiante con el uniforme de un colegio cotiza en promedio $50.000 entre las prendas que necesitan, optando por pagar con tarjeta una vez que la misma ya cerró y el resumen aplica para el próximo mes.
Así lo constató Yolanda, propietaria de una fábrica de uniformes del centro capitalino quien, en diálogo con Radio Salta, comentó que la situación económica está marcando las compras que hacen los padres, quienes tienen la tendencia de dejar la compra del uniforme para último momento.
“Calculo que la semana que viene recién vamos a empezar a ver movimiento, aparte los papás esperan a que cierren las tarjetas de crédito para poder venir, les ayuda que trabajemos con tarjetas”, comentó la vendedora.
“Los uniformes siempre se venden la última semana”
En el medio, indicó que los padres “pasan, recorren, averiguan precios, preguntan los precios y hacen la comparación”. ¿Cuáles son algunos valores? Una chomba está $22.000, una pollera ronda entre los $15.000 y los $20.000, mientras que los pantalones se venden arriba de los $20.000.
Más allá de los precios, la vendedora consideró que estos valores son “accesibles” si se pone en la balanza con otros precios, como ser las cuotas de los colegios. “Al uniforme lo paga una vez y lo usa todo el año, es más económico que la cuota misma del colegio”, consideró.