A pesar las cuestiones mediáticas tras el incremento en los sueldos en el Senado de la Nación y las declaraciones de algunos legisladores nada avanzó y los integrantes de la Cámara Alta nacional se preparan para cobrar más de cuatro millones en el mes de junio.
Hay cuatro iniciativas distintas impulsadas por referentes de Pro y La Libertad Avanza (LLA), entre las que se cuenta un pedido de sesión especial para revertir formalmente el incremento. De prolongarse esta postergación, en junio percibirán un piso de cuatro millones de pesos, neto.
El artículo 12 de la ley de procedimientos administrativos respalda esta definición, en tanto determina que la resolución “goza de presunción de legitimidad”, “faculta a la administración a ponerlo en práctica” e “impide que los recursos que interpongan los administrados suspendan su ejecución y efectos, salvo que una norma expresa establezca lo contrario”. Es decir que, salvo que una nueva resolución derogue el aumento otorgado en los próximos 20 días, en la próxima liquidación de haberes los senadores percibirán la suba estipulada, de más de un 100%.
La falta de determinación para tratar las iniciativas que han presentado los legisladores sumado l inminente debate de la Ley Bases y el paquete fiscal, probablemente retrasen esta discusión.
La resolución 615/24 fue avalada por el Senado sobre tablas y sin siquiera mencionar el objeto del proyecto, el pasado 18 de abril. Fue colada en la sesión en la que se trató la designación de embajadores y la aplicación de tratados internacionales, motorizada por la insatisfacción que generó la disposición de ascensos en la Secretaría General de la Presidencia, conducida por Karina Milei.
Desde junio cada senador tendrá una retribución de 13 dietas anuales, una por mes más un adicional correspondiente a los dos medios aguinaldos. Cada dieta representa 2500 módulos, equivalente a algo más de $1802, sumado a un adicional de 1000 módulos por gastos de representación y otros 500 por desarraigo. Además, se estableció un mecanismo de actualización, atado al valor del módulo que perciben los empleados legislativos, algo que se había desarticulado con la marcha atrás del aumento de febrero, que también causó revuelo.
En esa oportunidad, el incremento otorgado tanto por Villarruel como por su par de Diputados, Martín Menem, fue del 29,92%. Ante el tirón de orejas del Presidente y una rápida respuesta del titular de la Cámara baja, más obediente a los dictados de la Casa Rosada, Villarruel manifestó públicamente su desacuerdo con el pedido de Javier Milei y consideró que debería ser una decisión de los propios senadores. Si bien intentó resistir la contramarcha, debió ceder ante la presión pública y ante la necesidad de no confrontar con el primer mandatario.
A la luz de estos últimos hechos, ese primer incremento de las dietas hubiese significado una menor erogación para el Estado. Tal como informó una fuente administrativa del Senado, con esa disposición un senador estaría cobrando hoy alrededor de $2,8 millones, un 30% menos de lo que podrían pasar a cobrar desde el mes próximo.
Con información de La Nación