El caso que se denunció el 13 de abril del 2022 por el padre de dos niños de 7 y 8 años, llegó a debate en la Sala VII del Tribunal de Juicio y estuvo a cargo del juez, Federico Diez, quien resolvió imponerle al acusado una pena de 4 años en el marco un proceso abreviado.
La condena fue impuesta por considerar al acusado, de 49 años, autor del delito de abuso sexual simple agravado por la guarda, dos hechos, en concurso real. En la denuncia el padre de las víctimas contó que sus hijos fueron violados por su cuñado cuando se quedó en la casa para cuidarlos.
Todo se descubrió cuando la hija mayor, de 16 años, descubrió contenido sexual en la computadora de la familia, el mismo habría sido buscado por los menores. Esto derivó en un reto por parte del padre.
Debido al reclamo los niños guardaron silencio, pero comenzaron a llorar desconsoladamente lo que preocupó al padre quien buscó calmarlos. En estas circunstancias uno de los menores se acercó y al oído del padre le dijo: "Papá te tengo que contar un secuestro".
Fue entonces cuando le contó que el acusado, hermano de su pareja, se quedó en casa para cuidarlos. De acuerdo al niño, su tío se despertó y en turnos los llevó hasta la habitación que cuenta con una cama cucheta la que tapó a los costados con toallas como si fuera una tienda. Ya en la cama, recostó a sus sobrinos y los abuso sexualmente,
"Me acostó en la cucheta boca abajo colocando las toallas como una tienda, me bajó el pantalón (...)", contó uno de los menores que brindó fuertes detalles sobre lo sucedido y dijo que lo mismo le ocurrió a su hermano aunque este no logró relatarlo debido al shock que sufría.
Al respecto, el padre contó que cada vez que intentó hablar con el mismo sobre el abuso sexual padecido, el menor únicamente entra en llanto y sólo acentúa con la cabeza que su tío le hizo lo mismo que a su hermano.
En cuanto a por qué no dijeron nada antes, ambos niños expresaron que no lo hicieron, ya que luego del abuso, su tío los amenazó. Les dijo que, si decían algo de lo ocurrido, los iba a matar porque “de esas cosas no se tiene que decir nada”.
A dos años del hecho, el padre contó que sus hijos aún padecen secuelas por los abusos sufridos. Uno de los menores “hace aproximadamente dos años comenzó con una actitud rara, como a tener pánico a la oscuridad, tanto que solo duerme con la luz encendida”.
En cuanto a su otro hijo, sostuvo también que arrastra una mala conducta en la escuela. Su pareja, en tanto, reveló que descubrió que los niños se bañaban juntos, circunstancias en que tendrían gesticulaciones sexuales y otras alteraciones.
Tras la denuncia, el proceso inicialmente se abrió por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, calificación que el fiscal penal Pablo Rivero resolvió dejar de lado por otra de menor peso, como la de abuso sexual simple, con lo cual allanó el camino del acusado para arribar a una pena menor, la que acordó con el mismo fiscal.