Escuela Jacoba Saravia

Se trata de 7 mesas destinadas para extranjeros que residen en Salta Capital y que solían votar en el edificio del Concejo deliberante.

Una joven salteña relató que tras salir de su trabajo fue perseguida por dicho vehículo, desde donde le tomaban fotografías. En consecuencia, decidió subirse a un remis y así logró llegar a su casa a salvo. Denunció el hecho en la Policía.

A una hora del cierre de los comicios, las escuelas se preparan para recibir a los últimos votantes. En la escuela Jacoba Saravia, los asesores del Correo Argentino ya se encuentran en el lugar a la espera del retiro de las urnas.

Delincuentes sustrajeron 5 camperas, material con el que se sirve la Copa de Leche y equipos de sonidos. El pasado viernes habían terminado de arreglar daños causados por un robo anterior. Su directora relató lo que sucedido justo en el marco de los 105 años de la institución. 

Malvivientes entraron a la escuela Jacoba Saravia, destrozaron todo a su paso y saquearon el negocio. Si bien las pérdidas materiales no fueron mayores, su directora lamentó que ocurra este tipo de ataque a la educación.

Durante el fin de semana, vándalos ingresaron al establecimiento educativo. Provocaron daños en la oficina de dirección y cuatro aulas. “Parece que se están acostumbrando a atravesar las rejas que hemos puesto” indicó la directora Estela Valenzuela.

Esta mañana, los directivos se dieron con la novedad al ingresar al establecimiento educativo. Delincuentes habían violentado el kiosco y un carrito de golosinas. De acuerdo al testimonio de la directora sustrajeron dinero en efectivo y otros elementos.

A través de la donación de 50 aparatos, estudiantes de primaria de la Escuela Jacoba Saravia comenzarán a introducirse en el mundo de la robótica. La idea es que aprendan a leer y escribir a través de los mismos.

Fernando, papá de un estudiante de la Escuela Jacobo Saravia, contó que recibió un llamado donde le avisaban que su hijo había recibido un golpe en sus genitales debido a que era inquieto. El castigo para los agresores fue “quedarse sin recreo”. ¿Alcanza?