El suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes

El reciente caso de Ángelo, joven oranénse  que decidió ponerle punto final a su vida, causó un profundo dolor en sus familiares, amigos y conocidos, volvió a alertar a la población sobre esta cruda problemática.

InformateSalta dialogó con Claudia Román Rú, secretaria de Salud Mental, quien brindó una serie de recomendaciones para que toda la población pueda estar atenta ante indicadores que puedan revelar y anticipar un posible caso de suicidio.

“Antes era considerado un problema individual, que eran casos aislados. Pero ya hace algunos años es tomado como un problema de salud pública. Primeramente afectaba a adultos mayores pero en las últimas décadas se observa que afecta principalmente a la población más joven, de 15 a 29 años”, señaló la especialista.

Según informó Román Rú, los indicadores epidemiológicos se han incrementado por diversas circunstancias. Si bien la accesibilidad a los recursos educativos y sanitarios puede influir, también intervienen factores socioeconómicos y culturales.

“Vivimos en una sociedad en la que pedir ayuda a profesionales de salud mental está mal visto, hay mucha estigma y prejuicio. Hay cierta discriminación. Esto representa un desafío muy grande para el sistema de salud mental. Más allá de los trabajos de concientización que se impulsen desde ésta área, hay que hacer un trabajo a nivel cultural para que las personas se animen a consultar cuando están frente a situaciones prolongadas de desesperanza”, dijo.

En el marco del Día Mundial de la Salud, que se conmemora el 7 de Abril, la Organización Mundial de la Salud ha elegido como tema central la depresión. En su sitio oficial se expresa que, en el peor de los casos, éste padecimiento puede provocar el suicidio, que actualmente es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años de edad.

Román Rú destacó a InformateSalta que, si bien la depresión no es la única causa, es uno de los factores de riesgo de las personas que llegan a tomar esa determinación: “Hay indicadores como cambios repentinos de actitud y de comportamiento. También las redes sociales se han convertido en espacios de expresión de emociones, donde muchas veces expresan motivaciones que pueden despertar alertas. La población tiene que estar atenta y no restar importancia, sobre todo con aquellas personas con las que se mantienen ciertos vínculos afectivos. Ofrecer acompañamiento. Si uno quiere ayudar no pasa por dar valoraciones morales de la situación, basta con demostrar afecto y acompañamiento. Trabajar en una red de apoyo”.

La especialista se refirió también a ciertos “mitos” que deben ser dejados de lados. Sostuvo que antes se creía que la tentativa sólo era para llamar la atención, pero hay que aprender a romper esos prejuicios. En la mayoría de los casos de las personas que han tomado la decisión, ya tenían algún episodio de tentativa.

“Si bien el afecto es una parte fundamental para poder prevenir cierto desenlace, también lo es el apoyo profesional y sanitario. Las personas en esta situación tienen una visión de túnel, están enfocados en una problemática y no pueden ver más allá, están seguros de que no hay forma de resolverla. Atraviesan un proceso de desesperanza, desánimo, de sentir que nadie puede ayudarlo. Esto lleva a querer terminar con una situación de sufrimiento”.

Finalmente, Román Rú recordó que hay servicios de asistencia y atención al público que funcionan todos los días las 24 horas, como el servicio de Emergencia 911 que cuenta con psicólogos especializados. También se puede encontrar contención en los centros de salud, hospitales, has consultoría comunitaria en los CICs, donde pueden hacer consultas por cuestiones propias o alertar sobre el padecimiento de algún conocido.

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