El Ingenio Tabacal se vio obligado a una reestructuración de su personal

En un comunicado de prensa, Tabacal Agroindustria informó que a partir de hoy se ve obligada a implementar una reorganización integral de sus operaciones que debe incluir una reestructuración que implicará la desvinculación de menos del 10% de su nómina, a fin de sostener la operación de su complejo agro-industrial, la fuente de trabajo privada más importante de la provincia de Salta.

De esta manera, reafirma el compromiso de su accionista con la operación en el país, en un contexto que requiere de estas medidas no deseadas para mantener la viabilidad de la empresa, con el complejo funcionando y con más de 1700 puestos de trabajo directo, y varios miles más en toda la cadena de valor.

La reestructuración alcanza proporcionalmente a todos los niveles, incluyendo Directores, Gerentes, otros empleados fuera de convenio y trabajadores dentro de convenio.

Tanto el accionista como el directorio de Tabacal Agroindustria se han abocado a minimizar lo máximo posible el impacto sobre los trabajadores. Por ello se están encarando también fuertes medidas de reducción de gastos, revisando la eficiencia de todos los procesos de trabajo, que no afecten la seguridad. El objetivo es comenzar la zafra 2018 con este esquema de dotación y sin modificar las condiciones  tanto para cañeros como para otros sectores de la cadena de valor, entre ellos transportistas u otros contratistas, que emplean a miles de trabajadores en la región.

Las situaciones que confluyen para llegar a esta decisión son de distinta naturaleza y de distinta data. Las más recientes tienen que ver con las reformas previsional y fiscal llevadas a cabo por el Gobierno Nacional y por el Gobierno de Salta, que si bien para algunas empresas son beneficiosas, no es así en el caso de otras economías regionales o sectores en particular, como queda evidenciado con otras reestructuraciones y despidos que son de conocimiento público.

En este caso, las reformas sumadas al aumento del precio del gas, la fuerte baja en el precio del bioetanol, el aumento del Impuesto sobre los Ingresos Brutos decidido por el fisco salteño, y los posibles cambios en las sumas no remunerativas, implican un aumento de costos anuales/pérdidas adicionales del orden de los 23 millones de dólares solo para 2018.

Dentro de este aumento de costos debe contabilizarse también lo que para la empresa resulta en un incremento del 94% de los aportes patronales a la seguridad social, ya que la reforma eliminó el concepto de “lugar remoto” que tenía una alícuota menor (Decreto 814/01). Los ejercicios de Tabacal Agroindustria de los últimos años arrojaron pérdidas, con lo cual el efecto compensatorio de las distintas posibles deducciones sobre el impuesto a las ganancias, que favorecen a otras empresas o industrias, no existe al no tener ganancias de dónde descontar.

A esto se suma un ciclo de pérdidas reiteradas, especialmente en los últimos 5 años, donde a las cuestiones económicas locales y de precio internacional se añadieron los conflictos sindicales que, por un lado, generaron disrupciones de alto impacto en la producción de esta industria de proceso continuo y ciclo estacional, con 284 días perdidos por paros en los últimos 9 años.

Además, con el esfuerzo de la empresa por tratar de mantener la producción y la fuente de trabajo, estos conflictos fueron empujando los niveles salariales a montos insostenibles para la estructura del negocio, con aumentos varios puntos por encima de cualquier pauta de inflación o paritaria industrial, incluso de los gremios más importantes.