Femicidio de Jéssica González: ¿Cómo conoció al asesino?

La horrible muerte de Jessica Norma González, una mujer de 39 años de Villa Lavalle, que apareció sin vida el pasado 21 de septiembre en una habitación del Motel Mimos, no sólo causó conmoción sino también temor, debido a los serios antecedentes de violencia de género de su agresor.

Ella, quien estaba divorciada de un profesor de educación física que reside en Rosario de la Frontera, dividía su tiempo para terminar de estudiar y en el servicio de la iglesia que conduce su madre, donde conoció a su homicida Raúl Antonio Pérez, de 40 años, quien concurrió de la mano de su prima Cecilia M.

Pérez, quien tenía un empleo estable en la distribuidora comercial Yaguar, atravesaba una crisis. Se había separado y no de buenos término. Además tenía un historial de violencia de género, algo que se desconoce si fue comunicado por su prima a la congregación, quien al llegar encontró una nueva motivación, no proveniente de Dios, sino de Jessica y su personalidad.

El hecho de que ambos tenían la misma edad y un amor frustrado puede haber llevado a Pérez a creer que eran compatibles, y que el amor los podía unir. Se acercó a Jessica y no escondió en ningún momento sus intenciones amorosas. Ella se percató pero para no romperle el corazón, trató de hacerse la desentendida.

Lo que Jessica desconocía era que Pérez está dominado por la violencia. Y el primer síntoma de ello, se advirtió la misma semana en que apareció. Al término de una reunión, ella entabló conversación con otro miembro de la comunidad, Luis, algo que perturbó a Pérez, quien en seguida marcó al “hermano” como una piedra de tropiezo. Tanto fue el arranque de celos, que interrumpió aquella charla y les  reprochó  una supuesta inconducta, creyendo que ella  era su novia o, al menos, estaba con él.

Pérez salió enfurecido, algo que molestó a Jessica, quien le hizo notar a Cecilia que su primo se había descolocado, lo que después reconoció al declarar. La mujer sostuvo que su primo estaba enamorado, obsesionado con ella que no quería nada con él.

Para evitar inconvenientes,  Luis se reunió con Pérez y  le aclaró que no había nada entre ellos, lo mismo habría hecho ella quien además le dejó en claro que tampoco tenía una relación con él.

El jueves 20 de septiembre, Pérez, ya decidido a vengar la afrenta amorosa, llamó a Jessica y acordó un encuentro. Nadie sabe qué le dijo el asesino para que su víctima acepte la cita. El encuentro sucumbió en la trama asesina que Pérez había pergeñado para la mujer que lo rechazó, algo con lo cual no puede lidiar, siendo prueba de ello la violenta separación de su primer pareja.

La noche del 20 de septiembre, Jessica terminó asesinada en la habitación 24 del motel alojamiento Mimos, en Villa Palacios, mientras que Pérez, en un intento por simular un suicidio como atenuante de su crimen, se infringió heridas cortantes en las muñecas, el abdomen y el cuello, pero no con la profundidad suficiente para causar la muerte. Sólo fue una puesta en escena en busca de lograr cierta impunidad.