Lo atacaron, arrastraron y golpearon: los terribles datos en el juicio por el asesinato de un abuelo

Será el 17 de agosto cuando está previsto que concluya el juicio contra Alan Nahuel Arias y María del Valle Guaymán, quienes están sentados en el banquillo por el brutal homicidio de Bernabé Fortunato López, un hombre de 89 años que vivía solo en una vivienda ubicada en calle General Paz al 800 en la capital salteña.

Al respecto de este caso y del juicio la abogada Sandra Domene, quien se constituyó como querellante en la causa, contó detalles del violento crimen y se manifestó conforme con la investigación que derivó en el juicio. “Está comprobado que los imputados lo atacaron salvajemente, lo arrastraron por el piso, le pegaron y le practicaron maniobras de ahorcamiento”, indicó primeramente en el programa Central Policial por CNN Salta -94.7 MHZ-.

Domene señaló que antes de perder el conocimiento, el abuelo contó lo que le hicieron: primero dijo que la mujer le echó algo en los ojos que lo encegueció, luego entró Arias y lo empujó dando lugar al calvario. “Como no encontraron el dinero que habían ido a robarle lo golpearon de tal manera que le provocaron un traumatismo encéfalocraneano”, relató la abogada.

Dicho esto detalló que Arias vivía a 70 metros de la casa de la víctima y que además tenía antecedentes. “La hija de López contó que vio a Guaymán merodear la zona de la casa; las cámaras de seguridad de los vecinos muestran el momento en que cargaban en un remis las cosas que se llevaron de la casa de la víctima, robaron mercadería, ropa, un colchón y cajas de sidra”, enumeró la abogada quien también remarcó que ambos imputados se manejaban en el ambiente de la droga y el delito.

“Actuaron con mucha saña”

Cabe recordar que este caso tuvo lugar en diciembre de 2018. Cuando el anciano fue encontrado por su nieto todavía estaba lúcido y pudo contar lo que le habían hecho. Murió días después en el Hospital San Bernardo como consecuencia de un traumatismo encéfalocraneano producto de los golpes recibidos.

Los imputados fueron inicialmente acusados como autores del delito de robo calificado por las lesiones y tras el fallecimiento del octogenario, la causa se giró a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, donde se agravó la calificación.