El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados, Leandro Flores, representará al Ministerio Público ante la Sala IV del Tribunal de Juicio en la audiencia de debate contra Alan Nahuel Arias y María del Valle Guaymán, imputados como autores del delito de homicidio doblemente agravado por ensañamiento y criminis causa en perjuicio de Bernabé Fortunato López de 89 años.
El hecho ocurrió el 21 de diciembre de 2018 en calle Gral. Paz al 800 de la ciudad de Salta, cuando la pareja, con intenciones de robo, ingresó a la vivienda del octogenario y lo atacaron salvajemente, lo arrastraron y le practicaron maniobras de ahorcamiento. Fue internado en el hospital San Bernardo y falleció días después.
Los imputados fueron inicialmente acusados como autores del delito de robo calificado por las lesiones y tras el fallecimiento del octogenario, la causa se giró a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, donde se agravó la calificación.
Según consta en las actuaciones, la víctima se encontraba sentado en un sector externo de la casa cuando apareció una mujer desconocida y le arrojó una sustancia en los ojos que le impedía la visión. Luego apareció un hombre y con un trapo lo tomaron del cuello y lo ingresaron a la vivienda a los golpes.
Lo llevaron hacia una galería en la parte posterior, donde repetían que lo iban a matar y le propinaban golpes. Cabe señalar que López tenía 89 años y se encontraba operado de la cadera, por lo que tenía movilidad reducida.
Tras el ataque, lo dejaron abandonado y se introdujeron a la vivienda para sustraer distintos elementos, los cuales fueron transportados en un remis.
El fiscal fundamentó la acusación en que los imputados, luego de haber estudiado los hábitos de vida del anciano, sabiendo que se encontraba solo y que se trataba de una persona vulnerable por la edad y el estado de salud, decidieron atacarlo mientras el damnificado se encontraba sentado en la puerta de su domicilio.
El homicidio se agrava porque los acusados atentaron contra la vida del anciano con el fin de facilitar la comisión de un robo y procurar impunidad. También por ensañamiento ya que Arias y Guaymán decidieron acabar con la vida de López haciéndole padecer un sufrimiento físico innecesario, ya que por la avanzada edad y estado de salud de la víctima, sabían que era una persona totalmente vulnerable y sin ninguna posibilidad de defenderse.