Salteños y turistas a favor del regreso de las momias a la cima del Llullaillaco

Como si polémicas no le faltaran a Salta ni a la realidad, ahora se suma otra más de forma imprevista: Es el pedido para que las momias de los niños encontrados en el volcán Llullaillaco y que se encuentran exhibidos en el Museo de Alta Montaña (MAAM) regresen al sitio donde estaban enterradas.

Es que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), luego de declarar "Sitio Sagrado" al volcán Llullaillaco en la cordillera de los Andes en la provincia de Salta, solicitó la restitución de "La Niña del Rayo', "La "Doncella' y "El Niño', exhumados del centro ceremonial con restos humanos más alto del mundo, a 6.730 metros de altura, en la cumbre del volcán".

Con este requerimiento ya comenzaron a suscitarse las voces a favor y en contra, las cuales el móvil de InformateSalta fue a buscarlas por el centro de la ciudad de Salta, charlando con vecinos y con turistas para saber qué opinaban, encontrando que son muchos quienes razonan que las momias deberían retornar a la cima de la montaña.

“Esas momias deben estar arriba, cuando se violan los cementerios, se comete un acto gravísimo, las trajeron a exponer y a lucrar, esos niños entraron en un proceso de exposición”, aseveró una vecina recalcando su postura a favor de regresarlas a Llullaillaco.

Otros se sinceraban no querer opinar del tema a no estar debidamente informados, como unos turistas de Morón, en Buenos Aires, mientras que otros visitantes sí se animaban a analizar la cuestión y afirmando que, si la sociedad considera que deben ser devueltas, es una cuestión ya de arraigo y tradición.

“Eso depende de cada uno, de su arraigo y que quieran volver a su lugar, me parece que no está mal”, afirmaba una pareja de cordobeses que esperaban entrar al MAAM a ver las momias. “Como turistas nos gusta conocer la historia pero también hay que respetar la tradición de cada región, es una decisión de Salta y la gente que las encontraron”, era otra reflexión que obtenía nuestro móvil.

Una visitante que también aguardaba para entrar al museo no veía mal el pedido. “Es un tema de idiosincrasia, cada pueblo va a luchar por lo que cree que es su arraigo, lo que es parte de su identidad”, planteó su opinión.