


¿Te pasó? Aseguran que cada vez más, las personas buscan desconectarse de las redes
Opinión12/11/2025
Por Federico Storniolo
Cada vez es más frecuente escuchar a la gente, a amigos decir que entran menos a las redes, o que lo hacen sólo un ratito para ver cosas que le interesan y nada más.
Esta tendencia creciente de los que se bajan del tren de las redes sociales es un fenómeno mundial en ciertos segmentos.
Lo que antes era espacio para el encuentro o el entretenimiento, hoy se convirtió en una especie de pasarela de contenido repetido, muchos vendiendo, muchos vendiendo lo mismo, copiando, imitando, saturando. La ansiedad, la comparación constante y la necesidad de “gustar” llevaron a que muchos usuarios opten por desconectarse, o al menos, bajar la intensidad con que lo hacían.
En un análisis realizado por Mauro Bernoco, consultor digital de negocios, dice sin vueltas: “Las redes dejaron de ser sociales y se volvieron escenarios donde todos actúan, pero pocos se conectan de verdad”. Y no se trata de una percepción aislada: los números lo confirman. Según un informe de eMarketer, el 81% de la Generación Z (personas nacidas entre 1997 y 2012, también llamados centennials o zoomers) y el 78% de los millennials o Generación Y (personas nacidas entre los años 1981 y 1996, que alcanzaron la mayoría de edad con el cambio de milenio) confiesan que quisieran desconectarse más seguido. Hootsuite y Deloitte coinciden: el tiempo frente a la pantalla ya no crece y la saturación es real.
No es solo el algoritmo el que cansa, aunque tiene su cuota de responsabilidad. Es la sobreexposición, el bombardeo constante de contenido, el “modo autopromoción” permanente. La gente no quiere seguir compitiendo con influencers ni vivir pendiente de likes o vistas. Prefieren los grupos cerrados, el “modo avión”, las charlas reales y hasta el famoso “grid vacío” (borrar todas las publicaciones y dejar la cuadrícula en blanco) de Instagram, que lejos de ser moda, es reflejo de agotamiento.
"...todos actúan, pero pocos se conectan de verdad".
El tiempo frente a la pantalla ya no crece y
la saturación es real.
Gana lo auténtico.
Lo que antes era una red de personas ahora se siente como un escenario sin pausa. Como dice Bernoco, “el algoritmo ya no ordena solo el contenido, sino nuestra percepción del mundo”. Las redes no informan: distraen. No conectan: condicionan. El problema no es la tecnología, es cómo dejamos que nos atraviese sin filtrar.
Para quienes trabajamos en medios o desarrollamos contenido en el ámbito digital, debemos tener en cuenta la lección: menos volumen, más valor. Las personas no buscan más publicaciones, buscan autenticidad. Y ahí está la clave.
Me cansé de que me vendan, que imiten, que todos hagan lo mismo porque les dijeron que así funciona y entonces todos repiten. El nuevo desafío es conectar de verdad, no solo ganar visibilidad. Y no es un cambio menor en la forma de pensar y trabajar.
Como dice Bernoco, el futuro no es solo digital. Es humano. Y quizá lo más disruptivo hoy sea parar, mirar alrededor y volver a conectar con la vida sin filtros. Aunque sea un rato.
Tener cuenta que importa:
- Menos cantidad, más profundidad: publicar menos, pero con intención.
- Conversaciones reales: la comunidad vale más que la visibilidad. Lo auténtico.
- Humanidad sobre estrategia: lo genuino sigue siendo lo que más conecta. Dejar de pensar como piensa el algoritmo.
- Tiempo consciente: estar en redes no es vivir en redes.
Todo un desafío.




























