Escándalo por policías que prestaban servicios en organismos estatales y pedían cobrar doble sueldo

A raíz de una insólita nota, mediante la cual un policía pedía que le paguen un sueldo por su labor de chofer en el Ministerio de Desarrollo Social, se dispuso que todos los efectivos en la misma situación, vuelvan a cumplir sus tareas habituales.

Aunque por estas horas, los afectados, que son más de un centenar, se mueven a destajo para mantener el lugar de confort, la medida parece no tener retorno y encontró una buena recepción en la Jefatura Policial, la que ya diagrama cómo reforzar la seguridad con semejante cantidad de personal.

Dentro de la policía local, no sólo hay jerarquía sino también lugares llamados de confort, donde los policías de menor rango suelen acaparar y evitar el trabajo más duro, como el de calle, bajo el sol o el frío, o bien, en las oficinas con tantos papeles que documentar.

Pero no se trata de una alternativa para todos, sino para los más acomodados, los que saben aprovechar la oportunidad de estar cerca de algún funcionario, quienes siempre son los más propensos a rodearse de secretarios y personal de confianza, dispuesto a hacer de todo, o bien, tener recursos que ayuden a salir del paso.

Obviamente, los policías son los ideales, pues están “al servicio de la comunidad”, valga la ironía. Además, y lo más importante, el funcionario se evita gestionar un cargo, pues el policía ya percibe un salario por su tarea, aunque, en realidad, no la esté cumpliendo de manera correcta.

Formalmente, se conoce como personal adscripto, asignado a distintos organismos estatales, por lo general en áreas ministeriales, donde se encuentran a las órdenes del funcionario de turno, el cual, por lo general, es quien gestionó su traslado.

En este engranaje, en el que policías y funcionarios se repartían beneficios, nadie nunca imaginó que alguien se animaría a patear el tarro. Esto, sin embargo, ocurrió hace unos días, cuando un efectivo adscripto al Ministerio de Desarrollo Social puso en marcha un expediente, a través del cual exigía el pago de un sueldo por su labor como chofer en dicho organismo.

Su requerimiento, como sucede en la administración pública, se sustanció con otros papeles y dictámenes pero desde gobernación se dispuso que retorne a sus actividades como policía y esta misma medida se aplique a todo el personal adscripto, con excepción del Ministerio de Seguridad y el que está asignado en juzgados, pues allí cumplen sus tareas son como auxiliar de justicia.

Desde la Jefatura Policial, en tanto, se festejó la decisión de bajar a los policías a sus funciones de seguridad y de inmediato comenzaron a reasignarlos, la mayoría de ellos a tareas de calle, lo que provocó cierta sorna interna, pues esta categoría había dejado ya de usar el uniforme y estaba habituado a la ropa informal.

Entre otras perlitas que salieron a luz, destacó el caso de una mujer policía que se hallaba bajo las órdenes de un ex funcionario de peso del área de Seguridad, quien ahora se desempeña en el ámbito municipal, llevándose a la policía al ejido de la comuna.