Es una realidad que la disfunción eréctil es una patología que padecen millones de personal a nivel global y que tiene graves efectos, tanto en la calidad de vida como en la de sus parejas. Hablamos de un tema tabú, por lo que los afectados no suelen consultar demasiado con el médico. La buena noticia es que acostumbra a tener solución.
Lo primero que debemos saber, como nos comentan en base a su experiencia la Farmacia Raquel Mota, es a qué nos referimos exactamente al hablar de la disfunción eréctil.
¿Qué es realmente la disfunción eréctil?
Se denomina disfunción eréctil a la incapacidad persistente en el tiempo de obtener y mantener una erección en grado suficiente para que se puedan tener unas relaciones sexuales óptimas. Esta patología afecta del orden de al 10% de los hombres, siendo del 30% en los varones que van de los 40 a los 70 años.
Entre los principales motivos que hacen que sea fundamental atender a esta problemática es porque en algunas ocasiones puede ser indicio de una enfermedad a nivel cardiovascular.
Sin duda es uno de los principales factores de riesgo, pues incluso se dice que predice las enfermedades coronarias, especialmente en las personas menores de 60 años. Existen, un porcentaje elevado de pacientes que tienen enfermedades coronarias y que además padecen disfunción eréctil.
Nos añaden desde Farmaciaraquelmota, que la disfunción eréctil y las enfermedades cardiovasculares cuentan con similares factores de riesgo, caso de la obesidad, sedentarismo, tabaquismo, etc.
¿Por qué sucede?
Estamos ante una patología que sucede por muchos factores. La erección como tal es un fenómeno de carácter neurovascular producido gracias al control que hacen las hormonas y se produce en un entorno psicológico concreto. En este enlace aprende más sobre el tema, pero básicamente, cualquier alteración u otras patologías influyen, algo que aumenta con la edad.
Hay otros factores como puede ser una cirugía cuando se padece de cáncer de próstata que puede ser otra de las causas posibles. De igual modo, las lesiones producidas en el pene, la columna, vejiga o la pelvis pueden terminar causando disfunción eréctil.
No podemos obviar que también hay medicamentos que pueden hacer más fácil que aparezca este tipo de patología. Lo mismo podríamos decir de otra serie de factores como los psicológicos, caso de la ansiedad o el estrés, que van a estar detrás del 20% de la casuística de la disfunción eréctil.
¿Cuándo podemos consultar con los médicos?
Lo primero de todo es que los problemas de carácter pasajero en las erecciones son habituales y no tienen que ser de gran importancia. Algo que sucede por escasez de sueño, estrés, problemas con la pareja y demás.
Cuando ello sucede por espacio de más de tres meses, sí que es cierto que habrá que consultar con el médico. Aunque nos de vergüenza, no debemos ocultarle información sobre el tema, puesto que hablamos de un profesional de la salud y nos puede ayudar con soluciones al respecto.
El tratamiento en la disfunción eréctil
Uno de los primeros pasos que hay que dar es la superación de la barrera psicológica, desterrando la idea de que sea algo vergonzoso, que nos reste virilidad o que solo nos sucede a nosotros, puesto que le pasa a gran cantidad de hombres.
Con independencia del motivo, la pareja debe tener buena comunicación, pues es una patología que al final termina afectando a ambos y donde nadie tiene la culpa, como nos comentan los expertos profesionales en la materia de CDU que tratan a diario con estos problemas.
Los profesionales de la medicina deberán encontrar la causa y el motivo de la disfunción eréctil para tratarla. Los factores es cierto que suelen ser bastantes, lo mismo que los tratamientos al respecto.
Este tipo de tratamientos se pueden abordar de distintas formas, desde fármacos a dispositivos de vacío o las prótesis que se implantan de forma quirúrgica.
Ahora en el mercado, hay como mínimo seis medicamentos que, cuando se ingieren antes del acto sexual y que posibilitan la obtención de una erección prolongada en el tiempo.
Generalmente, las diferencias entre uno y otro se basan en el momento en que se toman y la rapidez con la que se actúa, pero de todas formas es el especialista el que llegue a determinar cuál es el que se adecúe todo bien para el paciente.
En paralelo al tratamiento, se demuestra que el llevar una vida sana, perder peso, hacer ejercicio, no beber alcohol, fumar tabaco o tomar droga, ayudan a que mejoren las erecciones. De la misma forma hay que seguir las recomendaciones del médico.
No olvidemos que detrás de la dificultad para contar con una erección es posible que haya enfermedades detrás, aunque lo importante es que la disfunción eréctil se puede tratar, la dimensión sexual es parte de la vida, por lo que no debemos renunciar a la misma.
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