La Sala 2 del Tribunal de Juicio de Tartagal condenó a Ángel Galarza a la pena de diez años de prisión de cumplimiento efectivo por ser autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por su condición de encargado de culto.
El Tribunal de Juicio dispuso que el acusado se mantenga en prisión domiciliaria hasta tanto quede firme la sentencia y se remita al Juzgado de Ejecución, que determinará la modalidad de cumplimiento de la pena.
La causa
El padre de una niña radicó denuncia en contra de Galarza, quien se desempeñaba como pastor de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios. Aseguró que el 13 de febrero de 2022, el hombre había pasado a buscar a su hija para llevarla al templo y en el camino, detuvo el automóvil y abusó de la menor de edad.
El padre contó que, debido a la distancia que tenía su domicilio con la escuela, muchas veces la niña de 12 años faltaba a clases, y por la gran cantidad de ausentes, ya no quisieron recibirla en el establecimiento, por lo que se dedicó al estudio del evangelio con el pastor Galarza, en quien confiaba.
Contó que el ministro del culto era su amigo de la infancia y por ello permitía que retirara todos los días a su hija para llevarla al templo. La denuncia la efectuó tiempo después, cuando su hija pudo contarle lo sucedido.
Al tomar intervención en la causa, la fiscal Martínez ordenó distintas medidas de protección y contención a la víctima. El informe médico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales corroboró abuso sexual de larga data.
En el testimonio de la menor de edad en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) que debió realizarse con intérprete Wichí, la niña confirmó los hechos y manifestó que “confiaba en el hombre porque era pastor y amigo de la familia”. El examen psicológico y ambiental dio cuenta de la vulnerabilidad de la víctima.
Todo ello fue plasmado durante el juicio por la representante del Ministerio Público Fiscal, que consideró que la autoría del pastor en el abuso sexual con acceso carnal se encontraba más que probado.