Luego de que transcendiera que una estudiante de General Güemes comentó a una compañera su intención de llevar una escopeta a la escuela, se comenzó a barajar la hipótesis de que la menor era víctima de bullying. Es por esto que InformateSalta dialogó con la psicóloga Cynthia Molinari que brindó algunas recomendaciones tanto a padres como a las instituciones educativas.
"El bullying no es un flagelo solamente de esta época, es algo que siempre ha ocurrido y es importante que se le preste atención no solo en la casa sino en la escuela, que se fijen protocolos y estar más atentos", comenzó diciendo la profesional que apuntó: "Hay muchas cosas que hacer desde la escuela porque es allí donde ocurren los problemas".
También es importante considerar que, "en la casa hay niños que lo cuentan y otros que no" y es por esto que se debe estar atentos a "cambios de conducta, que los chicos están más callados, se aíslan, fijar la atención en autolesiones en el cuerpo, si hay un nerviosismo o si existen cambios de conducta en lo alimenticio son síntomas de que algo en lo emocional no está bien".
"Si la contención emocional no funciona en la escuela y en la casa es grave, el Estado está en la escuela y deberían estar todos preparados para poder contemplar este tipo de situaciones. Los colegios son conscientes de esta realidad, una herramienta es solicitar a un profesional que de capacitaciones sobre estos temas y que no sea el silencio el cómplice de esta forma de violencia".
De acuerdo a Molinari, "el niño que es feliz no necesita estar constantemente acosando y molestando a otros" es por esto que se debe saber que en el bullying hay tres actores; la víctima, el acosador y los espectadores.
"Bullying sin Fronteras Argentina tiene estudios sobre esto que dicen que 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes en Argentina sufren bullying".
Un punto interesante en los hogares es la creación de un lugar seguro dónde el menor se pueda expresar libremente sin miedo a la exposición y sabiendo que los padres van a reaccionar de forma madura, "a veces hay padres que van a las escuelas y hacen problemas" lo que repercute de forma negativa en el niño.
La situación no debe sobrepasar al adulto para que el niño no sienta que le está dando problemas.