A casi dos semanas de conmovernos con la muerte de Mercedes Kvedaras en El Tipal, donde salió a la luz nuevamente la violencia a la que son expuestas permanentemente las mujeres y sus hijos conocemos la historia de una mujer más que solo busca ser escuchada pero sobre todo protegidas ante una muerte anunciada.
Frente a los micrófonos de Con Criterio contó la difícil situación. "Cuando vivíamos juntos me pegaba me ahorcaba. La última vez, cuando decidí separarme, mi hijo de de 5 años se metió en el medio para que deje de pegarme. Eso fue el clic para que me separe".
La mujer aterrada, y sin respuestas por muchos años, por distintos hechos de violencia solo espera el accionar de la Justicia "No sé que pasará con la Fiscalía conmigo nunca hubo asistencia nunca llegaron oficios. Nunca respuesta de la Fiscalía. Denuncias, denuncias. No tengo consigna policial, no puedo dormir" lamentó.
"Tengo que ir a trabajar, mis hijos se quedan solos y es pánico lo que vivo día a día. Tengo miedo de llegar y que les haya hecho algo a ellos o lo que sea".
Desconsolada aseguró que lo cree capaz de matarlos "Trató de atropellarme el año pasado, gracias a Dios no pudo. Hice la denuncia de Tentativa de Homicidio, nada, pedí el botón antipánico Nada, él sigue atropellándome, ya me quitó todo. Lo económico ya me quitó todo, falta que me mate nada más".
Consternada, la mujer víctima de violencia de género contó el proceso de separación. "En 2020 cuando me separé y me desvalijó la casa, tuve la consigna 15 días, venían, verificaban si había venido y si no se iban. Nunca la tuve en la puerta de la casa, según ellos porque no tienen personal para eso, después de esa vez nunca más y eso que denuncié".
El último hecho de violencia y atropello ocurrió hace horas "Ayer llegué con mis hijos a las 5.30 de la tarde, estaba la puerta abierta y no tenía la cerradura. Cuando entré no faltaba nada, pero sí me di cuenta que era él porque los vecinos lo vieron a él y a su pareja abriendo la puerta, lo raro es que entró y hurgó todo, dejó la puerta abierta y se fue".
Denunció que incluso él y sus amigos la persiguen, aprovechando su condición de "remiseros truchos" "Es constante el seguimiento conmigo, con mis hijos, no podemos vivir. Mis hijos tienen miedo todo el tiempo. Hasta ellos me dijeron con quién tenían que hablar para contarles los que les había hecho su papá para ver si así su papá podía estar preso y los dejaba tranquilo".
"Cuando uno denuncia es porque ya viene de antes, algo está pasando. Que hagan las cosas que tienen que hacer. Que no esperen a que nos maten para que recién el fiscal salga hablar. Yo quiero por favor alguien tome cartas en mi asunto y en el de muchas mujeres para poder mantenernos vivas, eso es lo único que quiero, que hagan su trabajo".