En medio de la alerta epidemiológica que vive la provincia por salmonella, investigadores locales avanzan con las pruebas de rigor para la aprobación de un test molecular que permitiría detectar la salmonella, consignó El Tribuno.
En diciembre, el Conicet, la empresa argentina Inbio Higway y la Universidad Nacional de Salta (Unsa) firmaron un convenio de investigación, desarrollo y licenciamiento de una tecnología diseñada en nuestra provincia. Estos convenios permiten conseguir los fondos y comprar equipamientos e insumos de biología molecular que al ser importados están dolarizados.
“Desarrollamos un sistema de detección molecular para detectar salmonella mediante PCR ya venía siendo utilizada, pero durante la pandemia se la conoció, porque es más rápida, sensible y sencilla”, indicó Héctor Cristóbal, doctor en bioquímica e investigador adjunto del Conicet, a cargo del grupo de diez profesionales.
Cristóbal precisó que se desarrollaron tres marcadores genéticos para salmonella, los cuales permiten detectarlo en “agua, sangre y materia fecal”. Esto, indicó, a raíz que a veces la bacteria no se detecta en sangre, pero si en deposiciones. “El kit detectaría 5 copias en la bacteria en el organismo, es decir que las bajas concentraciones del agente patógeno se detectan”, agregó.
Esta prueba, aseveró Cristóbal, permitiría tener un diagnóstico certero y rápido, lo cual ayudaría a descartar otras bacterias que circulan actualmente. “Hoy hay casos de salmonella, COVID y dengue, donde la sintomatología de esas enfermedades es similar y el diagnóstico en esos casos es crucial para saber qué tratamiento llevar a cabo”, precisó.
Este sistema fue utilizado anteriormente para detectar salmonella en pozos de agua y en aguas naturales como el río Arenales y el Mojotoro.
La investigación se encuentra en etapa de prueba para la cual se realizó un convenio con el sector de microbiología del hospital San Bernardo que envía muestras de diferentes cepas. “Actualmente, hay aproximadamente 300 cepas. Ahora tenemos que validar, que consiste en probar con esas cepas y que ese sistema funcione de forma positiva y que no tenga reacciones cruzadas con otras bacterias patógenas. A cada prueba se la procesa y se le extrae ADN, medimos la concentración y luego al PCR para detectarla”, explicó el investigador.
Nuevos convenios
Los resultados de dichas pruebas luego son derivados a la empresa Inbio Higway que hará las tramitaciones correspondientes ante la Anmat. Según indicó el investigador, se necesitan ampliar muestras por lo que se analizan nuevos convenios con otros hospitales, como el hospital Señor del Milagro. “La idea es que en febrero, marzo, tengamos uno de los primeros kit, y si logramos avanzar con nuevas muestras clínicas, más rápido saldrá”, celebró Cristóbal que agradeció el acompañamiento de la doctora Monica Farfan, directora del Instituto de Investigaciones para la Industria Química, al rector de la Unsa, Daniel Hoyos, y a Fidel Perez y Daniel Romero, del sector de Vinculación Tecnológica.
De avanzarse, las pruebas serían de producción nacional por lo que no se prevé un costo alto. A la par se continuarán con las pruebas de los cursos de agua que permitirían “detectar los puntos críticos de contaminación y ayudar a prevenir”.
El sistema que avanza a paso firme se realiza en el laboratorio del Laboratorio de investigaciones y diagnóstico Genético (LIDGen) que fue financiado con fondos nacionales del ahora ex ministerio de Ciencia y Tecnología por más de 30 millones de pesos durante la pandemia