De unos años a esta parte (especialmente, en la última década) los argentinos han cambiado
algunas costumbres en lo que se refiere a su ocio. Sin descartar las opciones más tradicionales,
lo cierto es que las actividades digitales han ganado terreno. Y tiene cierta lógica. Después de
todo, un argentino ya pasa más de 8 horas y media conectado a internet (que nos convierte en
uno de los países con mayor dedicación a la red del mundo); por tanto, es comprensible que
parte de este tiempo se dedique a actividades lúdicas y no sólo a temas relacionados con el
trabajo o los trámites cotidianos.
En la actualidad, con un Smartphone o una computadora, el acceso a todas estas opciones es,
auténticamente, sencillo y cómodo. Pero, ¿es ésta la única razón por la que el ocio digital está
ganado terreno? ¿Todo se basa en la simplicidad o hay más motivos? Vamos a ver otros
factores que tienen, sin duda, su peso específico en este fenómeno.
Diversidad de opciones
A medida que avanza la tecnología disponible, también los servicios digitales son más variados.
De hecho, uno de los grandes retos de las empresas es ser lo bastante creativas como para
innovar y aportar actividades de ocio que, hasta ahora, sólo existían en la modalidad presencial
tradicional. Desde hace algunos años, ya encontramos muchas opciones presentes en el
entorno online. Además, innovando en su dinámica. Buen ejemplo de ello son las
tragamonedas gratis Argentina, una modalidad que tiene un gran número de usuarios.
Pero, también, los catálogos de series y películas en las plataformas de streaming. O los
videojuegos optimizados para celulares. Además de extensas bibliotecas de música, accesibles
desde cualquier dispositivo electrónico. En definitiva, todo un mundo de posibilidades al que
se puede llegar con comodidad. Tan completo, que apenas hay tiempo para abarcarlo. Hoy, el
ocio digital es más variado de lo que nunca ha sido; pero aún lo será más, a medida que los
recursos evolucionen.
Conectividad
Parecen tan lejanos aquellos tiempos en los que los videojuegos eran una actividad individual
o, a lo sumo, existía la posibilidad del multijugador (siempre que alguien viniese a casa a jugar
con nosotros). Hoy, en cambio, todos estamos conectados a través del entorno online. Y el
ejemplo de los videojuegos podría servir, ya que jugar en red es muy común; pero resulta más
paradigmático el caso de las redes sociales.
Ahora mismo, estas redes no sólo permiten interactuar fácilmente; además, son la fórmula de
comunicación más habitual, a través de las plataformas de mensajería. También son un
formato que se está imponiendo para informarse. Y para expresar la opinión, de forma masiva
e inmediata, junto con los feedbacks y reacciones de otros usuarios. Es la nueva realidad, la de
la inmediatez, que marca la época actual y tiene un gran impacto en el mundo del ocio.
Seguridad
La seguridad y la privacidad ha estado en el centro del debate históricamente en lo que se
refiere al entorno online. Y aún lo están, sin duda, ya que los peligros existen y se renuevan.
Pero hay que reconocer que los inicios fueron, aún, más difíciles. La incertidumbre y la falta de
confianza marcaron el paso a lo digital para muchas personas; especialmente, los de
generaciones más mayores.
Por eso, pese a la comodidad y la enorme oferta de las compras en línea, no todo el mundo se
lanzó a esta opción. Pero, con el tiempo y la experiencia que han compartido otros usuarios, el
uso de la red, incluso para actividades que implican transacciones económicas, se ha
generalizado. Así, hoy, el ocio digital, ha superado muchas reticencias y ya abarca a todos los
públicos.
Innovación
Los avances parecen ser exponenciales en los últimos años. La inteligencia artificial personaliza
las experiencias, la cadena de bloques añade privacidad a los datos, el 5G permite una
conexión más estable y veloz, la realidad virtual crea videojuegos más realistas e inmersivos. Y
la lista sigue y sigue. El futuro del ocio digital, con el Metaverso, aún puede ser más increíble.
¿Qué podremos encontrar en unos pocos años? Las posibilidades cada vez son más
interesantes. Por eso, aunque haya personas que huyan de todo aquello digital, es casi
imposible no sentirse maravillado por lo que este entorno puede ofrecer. Ya seas un
enamorado del cine clásico, de los juegos “vintage” o de los objetos de colección, la red puede
aportarse miles de opciones. Las actividades lúdicas, en formato online, no van a dejar de
crecer.
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